TITULO: "Naciones y Territorialidad en los Andes "
¡A leer y comprender la historia, la cultura y la territorialidad de las naciones en conflicto en los Andes Centrales! El mapa político de Sudamérica está por cambiar. <br /><br /><br />Naciones y territorialidad en los Andes Centrales (II) <br /><br /><br />Los grandes negocios fuera del Altiplano. Los grandes negocios globales y las herramientas del desarrollo legal están en las tierras bajas colindantes con el Altiplano. El Oriente petrolero de Santa Cruz y Tarija, con el 30% de la población, producen la mayor parte del ingreso y los impuestos en Bolivia y poseen las reservas de hidrocarburos más importantes del continente, junto con Venezuela, así como condiciones naturales para la agricultura y ganadería a gran escala. Uno de los procesos de crecimiento más dinámicos de Sudamérica -y en un territorio mediterráneo-: que ha atraído a un millón de qullas "collas" a emigrar allí en los últimos 20 años. <br /><br />Sin embargo, la república de Bolivia ha quedado excluida del negocio global de exportación del gas y con ello se cierra ciertamente una opción de desarrollo para sus tierras bajas, ya dependientes de la exportación de hidrocarburos a Argentina y Brasil. Ciertamente, los intereses globales de las tierras bajas del Oriente petrolero y las reivindicaciones locales xenofóbicas de las tierras altas del Altiplano han hecho crisis y ahondarán la desestructuración de este país. <br /><br />En la vertiente del Pacífico, el milagro económico minero ha permitido que el norte de Chile produzca hoy el 45% del cobre del mundo, mediante la inversión de 24.000 millones de dólares a partir de 1985, a la vez que otros 12.000 millones de dólares esperan concretarse hasta 2010. La prosperidad y el éxito de Chile dependen de sus territorios del norte, hoy el principal “cluster” minero del planeta. Pero necesitan de agua.y de energía a precios competitivos. <br /><br />Con los tratados de libre comercio ya suscritos y en vigencia con el mundo desarrollado, con una formidable infraestructura y logística exportadora, y una calidad reconocida a nivel mundial, Chile dispone en sus regiones del norte de un millón de hectáreas para desarrollar la agricultura de desierto y convertirse también en una potencia agroalimentaria de productos de climas cálidos subtropicales y de altura, en el hemisferio sur y en contra estación. Esto es, multiplicar por cinco el área actual de cultivos de exportación de Chile y arraigar allí varios millones de personas en pocas décadas. <br /><br />Pero falta el agua. ¿Dónde está el agua? En las tierras altas de los Andes. Chile ha detectado 45.000 millones de m3 de aguas en el altiplano de Arica, en su territorio. Pero esto no es nada comparado con los 950.000 millones de m3 de aguas del Titiqaqa y del “acuífero aymara” que esconden las tierras de la meseta del Collao. Una de las reservas de agua dulce más grandes de Sudamérica, y que alimenta un avenamiento subterráneo natural gigantesco. <br /><br />¿Chile negociará agua y energía, en desventaja frente a quienes controlarán el acceso en las tierras altas de Bolivia? ¿El sol y el viento no constituyen la mayor reserva energética del planeta y el desierto de Atacama acaso no es uno de los lugares mejor dotados por la naturaleza? ¿Qué dicen los aymaras? El conocimiento ancestral ¿tiene algo que decir? ¿Y si el Dios Wiraxucha "Viracocha" tuviera razón y las aguas fluyeran por grandes “venas de agua subterránea” desde las tierras altas de los Andes y las cuencas del Titiqaqa hasta el mar y las tierras bajas de Tarapaka "Tarapacá"? <br /><br />En realidad, negociar agua y energía por el acceso soberano al mar es un eufemismo en este nuevo escenario. Un nuevo engaño y una nueva falsa ilusión a los habitantes de las tierras del Altiplano, que merecen saber la verdad. Chile no necesita del gas ni del agua de Bolivia, ni les dará un centímetro de territorio. En 1975 y 1976, Pinochet utilizó magistralmente el canje de territorios con Bolivia para ganar tiempo frente al Perú, entonces decidido a recuperar Arica. Hoy, el equilibrio militar es distinto. A Chile sólo le basta desarrollar conocimiento y tecnología para resolver estas necesidades en su territorio y en forma natural. <br /><br />Las naciones pluriculturales de Sudamérica en crisis. <br /><br />Los conflictos ahora no surgen por la ideología política, por el nacionalismo o la economía. En este siglo XXI, se lucha por la cultura. Por la identidad cultural de los pueblos. <br /><br />¿Cómo enfrentar estos desafíos en la globalidad? Con la pluriculturalidad, la tolerancia y el destino común de los pueblos. Los europeos son un buen ejemplo: supieron dejar de lado sus diferencias nacionales, que causaron 50 millones de muertos en el pasado siglo, constituyendo la Unión Europea, basada en la cultura como valor supremo y el bienestar común de los pueblos que la integran. Y los asiáticos están en lo mismo. <br /><br />Pero en Sudamérica, el concepto de naciones pluriculturales está haciendo crisis en Bolivia, Perú y Ecuador. Con las inmensas y crecientes carencias e injusticias, la pluriculturalidad aquí es asimétrica. Es insostenible. La desestructuración y exclusión social y económica, y el deterioro del medio ambiente son el “leitmotiv” para convencer a las inmensas masas de desposeídos, ignorantes y excluidos de los Andes Centrales a la lucha contra todo lo establecido y a la recuperación de la territorialidad. <br /><br />Es así como las etnias originarias de los Andes centrales están en un proceso de revertir la estructura política en sus respectivos países y arremeter contra quienes culpan de sus males. Cuentan con una identidad cultural fuerte, reconocida mundialmente y en crecimiento, y con medios masivos de comunicación, impensados en otros tiempos. En Perú, Ecuador y Bolivia, son la mayoría de la población, ocupan casi todo el espacio rural y rodean las principales ciudades y centros del poder político con inmensos asentamientos humanos. Son “invasiones”, dicen los criollos y el estado formal. Pero para sus ocupantes, son la “recuperación” del territorio ancestral; el espacio de su nación prevaleciente o anterior a las repúblicas. Ahora ellos están para quedarse allí definitivamente, mientras los criollos retroceden y se enrumban por centenares de miles al aeropuerto a Miami y al primer mundo. <br /><br />El conflicto de etnias es el fundamento ideológico de Evo Morales y su Movimiento al Socialismo en Bolivia, de Lucio Gutiérrez y el Consejo Nacional Indígena en Ecuador y del movimiento Humala en Perú. Para bien o para llevarlos al magnicidio, las opciones étnicas están allí como respuesta al descrédito de la política e ideologías tradicionales y del fracaso del Estado. <br /><br />La recuperación de la “Nación Aymara” según Evo Morales y Felipe Quispe puede significar el fin de la república de Bolivia y unificar el Collao boliviano con la región de Puno en Perú -el Qullasuyu-; y apartar las tierras bajas de Santa Cruz, Tarija, Pando y el Beni, colonizadas por extranjeros (sijs y mennonitas). ¿La Nación Aymara llegará al mar? Esta opción es viable porque los aimaras ya son mayoría en las tierras costeras de Taqna "Tacna" y Moquegua y allí la bandera de siete colores está reemplazando al bicolor peruano. ¿Acaso un “estado-colchón” entre Perú y Chile? <br /><br />En Perú, los Humala (réplica oportunista de los movimientos étnicos consolidados de Ecuador y Bolivia) ya sueñan con instalarse en la Plaza Mayor de Lima, someter a la antigua Ciudad de los Reyes a la autoridad de la “choledad” y de sus reservistas analfabetos y efectuar una limpieza étnica: ¡los blancos a Miami o al paredón! Pero sueñan aún más en un país nostálgico de su grandeza imperial incaica de antaño: la reconformación del Tawantinsuyu desde el sur de Colombia hasta el norte de Argentina y Chile. <br /><br />Los cuatro suyos. <br /><br />Algo que está por verse, porque por lo menos por el norte, las etnias originarias son mayoría en los Andes del Ecuador, y el Consejo Nacional Indígena del Ecuador es un movimiento político fuerte que hoy gobierna allí (más mal que bien) con Lucio Gutiérrez. ¿Guayaquil, los “monos” y las tierras costeras formarán otra nación, si dominan el comercio, las exportaciones y el sustento tributario del Estado ecuatoriano? <br /><br />¿Sabemos enfrentar este conflicto no convencional? <br /><br />En la década de 1990 asistimos al desmembramiento de poderosos Estados como la Unión Soviética y Yugoslavia en múltiples naciones, y a la “limpieza étnica” como forma de asegurar la territorialidad de un espacio geográfico. Pero eran conflictos lejanos. Ahora asistimos al desarrollo de conflictos “étnicos” en nuestra propia casa o vecindad. ¿Cómo enfrentaremos este conflicto? Esta confrontación es distinta y no será convencional. <br /><br />En esta nueva forma de conflictos, el estado de derecho, los ejércitos más poderosos y los más resonantes éxitos económicos no servirán de nada. Nos guste o no, los excluidos y los desposeídos tienen en la identidad cultural su más eficiente arma en el siglo XXI . La resistencia del Islam en Irak y Palestina frente a la ocupación de los más poderosos ejércitos del mundo y el poder del dinero es un buen ejemplo. <br /><br />¿Chile será la muralla de tope al estallido étnico en los Andes Centrales y el asilo a los grupos sociales desarraigados por el conflicto? Es el único Estado nacional en la zona. Sólo Chile tuvo a un Diego Portales como forjador de la Nación, y esa es su principal fortaleza como país, desde hace 170 años. Hoy confía en su condición de país líder de Latinoamérica y en su mejor momento histórico, en una férrea vigilancia y control de fronteras y en una superioridad militar evidente. Además, Chile se dirige a ser gobernado desde el 2006... por el neo-pinochetismo de base popular con Joaquín Lavín. <br /><br />El previsible y a la vez inquietante retorno del neo-pinochetismo al poder en Chile sin duda transformará el escenario y el equilibrio en la región. Un régimen fuerte en una nación con territorios e intereses en tres continentes y sobre una extensión de 13 millones de km2 en el Océano Pacífico hasta Isla de Pascua y la Antártica. Son prioridades mayores de geopolítica global, pero muy distintas al “lejano” conflicto étnico de los Andes Centrales. <br /><br />En el caso de los prósperos territorios de Santa Cruz, Tarija, Pando y el Beni en Bolivia, se levanta el concepto de República Federal, o el secesionismo de la agónica república gobernada desde La Paz, confiados en su génesis histórica, su progreso económico y capacidad de organización. La génesis de una nueva Nación. En similitud con Ecuador, en Bolivia los habitantes de las tierras bajas tienen “al toro por las astas”, es decir, sostienen económicamente al Estado republicano residente en las tierras altas y pueden escindirse de la capital. <br /><br />En Perú, ¿los grupos étnicos blancos, criollos o foráneos tienen conciencia de esta situación? Pocos ven en el Perú como las etnias originarias ocupan ciudades, calles y plazas, -agrediendo con su suciedad, informalidad y estridencia-, para recuperar espacios. Para que los “blanquiñosos” y “colorados” sean desplazados. En Perú, la salida parece será el aeropuerto... porque a diferencia de sus vecinos Bolivia y Ecuador, hoy los grupos criollos han perdido el poder y la voluntad de liderazgo, son minoría incluso en Lima y aspiran a vivir en Miami. <br /><br />Estas son las tremendas y crecientes asimetrías y desigualdades socioeconómicas y culturales entre países y tierras altas y bajas en los Andes Centrales. ¿Se necesitan refundar las repúblicas, pero creando simultáneamente una Nación? Parece ser ya muy tarde y no aparece el líder que pueda personificar esta tarea en el marco democrático tradicional. Los Estados republicanos en Bolivia (y pronto puede ser el Perú) están agonizando y sus líderes políticos no los salvarán. <br /><br />Bolívar, superado por Pachakuti <br /><br />Se vienen tiempos difíciles, sin duda. Y extraños, incomprensibles para muchos. Los conflictos no serán entre países, sino al interior de los países, frente a la ebullición de naciones ancestrales en demanda de su territorialidad . <br /><br />Al punto que Arica y El Alto serán los puntos neurálgicos del conflicto. ¿Por qué El Alto, la aglomeración indígena que rodea a La Paz? Es la nueva capital cultural del Altiplano, una creación aimara en las tierras altas pobladas por 10 millones de personas en vigorosa efervescencia. ¿Porqué Arica? Siempre ha sido clave para el control de la costa del Pacífico en Sudamérica, el punto neurálgico entre el norte y el sur, y entre el mar y la cordillera. Ambos puntos simbolizan dos naciones y dos organizaciones y estilos de vida distintos. Un conflicto de ideas y símbolos, de migración y desarraigo de los ciudadanos más prósperos y capacitados, de intensificación de asimetrías y desigualdades. <br /><br />¡A leer y comprender la historia, la cultura y la territorialidad de las naciones en conflicto en los Andes Centrales! El mapa político de Sudamérica está por cambiar. <br /><br /><br />*Geógrafo. <br />www.sepiensa.cl <br /><br />... Lea y comente esta noticia ya en AYMAR QHAWIRI http://aymara.org/ ------------------------ Yahoo! Groups Sponsor --------------------~--> Take a look at donorschoose.org, an excellent charitable web site for anyone who cares about public education! http://us.click.yahoo.com/O.5XsA/8WnJAA/E2hLAA/oOHolB/TM --------------------------------------------------------------------~-> _____________________________________________ Lista de discusión Aymara http://aymara.org/lista/lista.php _____________________________________________ Yahoo! Groups Links <*> To visit your group on the web, go to: http://groups.yahoo.com/group/aymaralist/ <*> To unsubscribe from this group, send an email to: [EMAIL PROTECTED] <*> Your use of Yahoo! Groups is subject to: http://docs.yahoo.com/info/terms/