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investigando acerca de la cultura milenaria nativa y que pongan en la lista de 
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--- On Mon, 12/22/08, agustín guzmán <kollas...@yahoo.com> wrote:

From: agustín guzmán <kollas...@yahoo.com>
Subject: [aymara] Mundo: ¿Qué Celebramos? ¿Qhapaq Raymi o Navidad? ¿Inti Raymi 
o San Juan?
To: 
Date: Monday, December 22, 2008, 3:10 PM






 
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Mundo: ¿Qué Celebramos? ¿Qhapaq Raymi o Navidad? ¿Inti Raymi o San Juan? 

Por Ivan Ignacio*
Tras la violenta invasión europea a nuestro continente Abya-Yala se sucedieron 
una serie de cambios impuestos por la fuerza sobre nuestros pueblos tanto a 
nivel cultural, político, religioso, económico, militar, jurídico, etc. 
Estos cambios se dieron de diferentes maneras y procesos, desde las más sutiles 
hasta las más abruptas y turbulentas. Sin duda que una que una de ellas se dio 
en el plano religioso cuyos representantes mediante la Santa Inquisición 
justificaron sus crímenes de lesa religiosidad produciendo la colonización 
espiritual de nuestros antepasados.
La expansión de la religiosidad occidental tomó la forma de sectas a medida que 
los conflictos internos en la iglesia católica y el caos cristiano oficiales se 
iban agudizando irremediablemente.
En este proceso es en el que se inscriben por ejemplo la suplantación descarada 
de nuestras festividades, rituales y ceremonias religiosas, con otros nombres 
relacionados con la religión dominante, con otros elementos ceremoniales, con 
otros conceptos y visiones del mundo, y tratando de adecuar y hacer coincidir 
de modo sutil las fechas más importantes de las festividades andinas en nombre 
de un supuesto sincretismo religioso.
Y de esta híbrida mezcla emergieron nuevos rituales, nueva simbología, nuevas 
creencias, etc. que a decir verdad no son mas que grotescas caricaturas de 
nuestras verdaderas tradiciones espirituales y religiosas, las mismas que en su 
mayoría son practicadas por la iglesia católica sobre la población 
criollo-mestiza principalmente en los centros urbano-citadinos en donde mas 
influencia tuvo la invasión.
Sin embargo de todo esto, conforme pasaba el tiempo y de acuerdo a la tradición 
y transmisión oral andina, constatamos que en infinidad de nuestras comunidades 
originarias aun conservamos intacto la semilla pura de nuestra religiosidad, 
presta a echar nuevamente las raíces, a germinar y brotar como el maíz de la 
tierra. Esto en el propósito de mostrar lo que esencialmente representa para 
nuestro mundo andino el porqué de nuestra fe, de nuestra esperanza y de nuestro 
júbilo.
En nuestros sagrados Andes existen cuatro momentos importantes en el ciclo 
vital del maíz como referencia esencial, los que científicamente establecidos 
constituyen determinados puntos en el tiempo llamados equinoccios y solsticios, 
durante el lapso de un año, tiempo en el que nuestro planeta gira dando una 
vuelta entera alrededor del sol.
Entre estos solsticios se distinguen nuestras celebraciones del Inti Raymi y 
del Qhapaq Raymi, festividades que nuestros antepasados solían celebrar el 21 
de Junio y el 21 de Diciembre de cada año, fechas en las cuales el sol alcanza 
su máxima distancia en su alejamiento del centro equinoccial de la tierra, 
llamado también el Inti-ñan o Inti-Watana, lo que significa la ceremonia de 
protección del Padre Sol, el Tata Inti, a fin de evitar que esta deidad suprema 
se aleje extremadamente de nuestro planeta y, contrariamente, permita la 
germinación y maduración de los frutos que nacen de nuestra Madre Tierra, la 
Pachamama, otra de nuestras divinidades supremas.
Nuestros sabios Amawt´as y Achachilas de los Andes nos enseñaron a venerar la 
Madre Tierra, porque ella constituye fuente inagotable de vida, que nos provee 
de alimentos, nos provee de medios para protegernos de los desastres naturales, 
nos provee del placer de convivir con nuestros congéneres, con la madre 
naturaleza y con los otros seres vivientes que habitan nuestro planeta.
Conforme a la naturaleza de nuestra cosmovisión, el equinoccio de septiembre 
simboliza la época de la siembra, tiempo en el que la tierra muestra su máxima 
pureza y fertilidad, tiempo en el que ella se muestra desnuda, virgen, con su 
color y aroma inconfundible, lista para recibir la semilla. Es la festividad 
del Kuya Raymi, dedicada al agradecimiento a la tierra y al mismo tiempo a la 
veneración de la feminidad (mujer), porque es ella quien entrega la vida al 
universo. Esta celebración ha sido superpuesta con la llamada fiesta de la 
Virgen María por parte de la invasión europea.
Con el transcurrir de los días, las semanas y los meses, la semilla sembrada es 
alimentada y protegida constantemente por su madre, la tierra, y en sus 
entrañas, esta semillita sufre una transformació n grandiosa, el de la 
transición de la muerte a la vida, la semilla se transforma y pasa a ser una 
planta viva, es el momento en que celebramos el renacer de la muerte a la vida, 
hoy comúnmente celebrado como el día de los difuntos.
Entonces ya cuando el tierra en su desplazamiento sitúa al sol en su extremo 
derecho, o geográficamente hablando hacia el polo sur, se produce un otro 
solsticio, el 21 de diciembre. Para este tiempo, la semilla ha brotado del 
vientre de su madre, ahora ya es una planta, pequeñita y llena de vida. Los 
ojos de nuestros abuelos y abuelas expresan nítidamente el júbilo que sienten 
por su hermosura, su bondad, su fortaleza.
A este momento y visión los sabios y Amawt´as lo llamaron Inti Qhapaq Raymi, 
pues la influencia del sol, sumado a la de todo el cosmos renueva la vida a 
través de las semillas plantadas en el vientre virgen de la Tierra. Estas 
tiernas plantitas se comparan a la llegada del niño esperado, y que luego es 
arrullado en los brazos de sus padres. Como nuestros niños, juguetones, 
sonrientes y alegres, las pequeñas plantas llegan a poblar la Tierra y ellas 
darán fruto, seguridad y bienestar a la siguiente generación.
El ritual del Qhapaq Raymi o la gran fiesta de la nueva vida, ancestralmente se 
la celebraba con mayor majestuosidad que en los tiempos actuales. Pues como se 
trataba de una festividad dedicada a la continuación de la vida, estaba 
explícitamente dedicada a las nuevas generaciones, a los niños y jóvenes, que 
luego del gran ritual pasaban a formar parte viva, activa y sujetos de la 
sociedad en sí.
Cuenta la tradición oral, que los mayores engalanaban a las futuras 
generaciones con obsequios celebrando el ritual de la dotación simbólica a los 
recién nacidos, de prendas de vestir, los valores más preciados, los útiles y 
herramientas más esenciales para que ellos sean los continuadores de su 
compromiso natural adquirido en la vida y que los irían trasmitiendo de 
generación en generación. Este acto de ofrenda a los menores, se traducía en 
base al compromiso y la participación recíproca de todos los integrantes de la 
comunidad.
Tal era la magnificencia de nuestras fiestas, que los invasores venidos de 
occidente a través de la imposición de símbolos y creencias, tuvieron que 
buscar modos para reemplazarlas con algo que también tuviera gran peso y 
esplendor material y espiritual conforme a lo que acontecía en este tiempo. Y 
esta imposición fue suplantando nuestras festividades.
Por ejemplo la Fiesta del Inti Raymi que se celebra cada 21 de Junio fue 
maliciosamente yuxtapuesta por la fiesta católica llamada San Juan, una muestra 
clara de esta intención es que por ejemplo las tradicionales danzas y formas 
musicales que se bailaban en esa fiesta en la región de Imbabura, fueron 
denominados “San Juanitos”, a fin de demostrar que eran ritmos dedicados a la 
fiesta San Juan.
Igual hicieron con la fiesta del Qhapaq Raymi, que lo celebramos el 21 de 
Diciembre. Pretendieron convencernos de que esta celebración era la misma a la 
que ellos denominaban la fiesta de la Pascua de Navidad, dedicada al nacimiento 
del niño Jesús considerado por ellos redentor de la humanidad, y que se la 
debía efectuar los días 24 y 25 de Diciembre. Igualmente los cánticos y danzas 
tradicionales de la época llamadas Ch´untunkis fueron denominados Villancicos 
de Navidad.
Así, bajo el nombre de sincretismo religioso se pretende yuxtaponer valores 
religiosos traídos de occidente. En la actualidad estas festividades son 
difundidas profusamente desde El Vaticano, hecho que es muy bien recibido por 
el mundo capitalista para estimular el florecimiento de la sociedad de consumo.
Este gigantesco proceso de usurpación y suplantación de símbolos y rituales 
originarios ha ocasionado la pérdida de la identidad de grandes grupos de 
hermanos y hermanas durante estas más de 5 centurias. En este tiempo del 
Pachakuti, estamos retomando el camino de la recuperación, estamos 
re-emprendiendo la senda de la emancipación espiritual, estamos pasando de la 
reflexión a la acción, a la defensa de nuestras vidas y la de todos los seres 
que habitan la tierra. Estamos emprendiendo el proceso de sanación del cosmos y 
la tierra.
—
* Ivan Ignacio es miembro del Consejo Andino de Naciones Originarias (CANO)
—-
Fuente: Comunidad Internacional de todas las Naciones, Awiyala
 
 
 
 
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Mundo: Navidad Indígena, 2008 

Por Marcos Terena*
La idea no es solamente transmitir un mensaje, y sí, hacer una celebración 
dentro de las bases de la costumbre indígena como la oralidad. Pero, en la 
modernidad donde también estamos, los intercambios indígenas también se hacen 
por escritos, y no podemos simplemente pensar que estamos integrales y nada nos 
ha afectado durante los últimos tiempos de contactos.
Como Diciembre también vivimos las presiones de la Navidad, comprando, 
regalando y esperando regalo, quisiera compartir con usted toda una noción de 
vida para la propia vida, que es la celebración. La Navidad creada por 
cristianos no tenía al principio, el sentido comercial o totalmente religioso, 
pero si de recordar el amor al próximo y el amor a Dios.
En el mensaje de este año de 2008 tenemos que despertar como indígenas, la 
capacidad y coraje de afirmar nuestra ancestralidad como el respecto al grande 
Creador, sea el nombre que le pongamos, donde lo más importante seria celebrar 
la magia de la vida, la existencia de la naturaleza y con ella, nuestra calidad 
de vida.
Como Pueblos Indígenas tenemos que demostrar nuestra firme solidaridad con 
pueblos, comunidades y personas no indígenas que no tienen derecho a comer, a 
estudiar, a tener una vivienda, porque los parámetros de la economía necesita 
que toda persona, comprueba su capacidad de generar renta y no solo de 
usufructar de la renta.
De otro lado, la Madre Tierra que comienza a reaccionar como el animal herido 
ante toda la ambición del colonizador y sus basuras que promueven la 
destrucción del medio ambiente y los cambios climáticos y nuevas formas de 
enfermedades como el sida, el cáncer y en caso de las comunidades indígenas, 
hambre, diabetes, etc.
Entonces, celebrar el Natalicio es celebrar la vida como hermanos que son 
solidarios con otras personas, en especial nosotros los pueblos indígenas, en 
la búsqueda de nuestra dignidad, respeto y soberanía individual a los 
propósitos del bien común.
La Navidad puede tener regalos físicos, materiales, pero dentro de los 
principios indígenas, la mayor celebración es mirar los montes, el cielo, las 
aguas, la naturaleza y dar gracias por su poder de mantenerse, recuperarse y 
compartir con toda la humanidad la vida sana, aunque con todas las diversidades 
y construcción de plataformas de desarrollo sin compromiso con el propio 
pueblo, incluso en la solidariedad.
El ejemplo indígena que tradicionalmente no tiene la costumbre cristiana o 
comercial de la Navidad, es que cuando miramos un niño descubrimos nuestra 
capacidad de ser justo, solidario y compañeros por una vida de dignidad 
material y espiritual, porque todo esto viene con la tierra, territorialidad o 
hábitat, ¡nuestra marca de vida!
¡Feliz Navidad 2008!.
—
* Marcos Terena es indígena del pueblo Terena, miembro de la Cátedra Indígena 
Itinerante (CII)
Información relacionada publicada en Servindi:

Los cantares quechuas navideños 
Mensajes de navidad para reflexionar 
Takanakuy, “Cuando la sangre hierve” Una tradición indígena que se celebra en 
Navidad 
Los orígenes de la Navidad 
La navidad cristiana y la navidad consumista 

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