Colext/Macondo
Cantina virtual de los COLombianos en el EXTerior
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Y por donde se va para Colombia ?

Con naturalidad y desparpajo, me preguntó mi hijo mayor, Miguel, de once 
años

  Natural y residente de esta ciudad y quien arriba al asomo de conciencia
geográfica  local y por lo tanto quiere saber como,desde  su natal
Medellín, se va en carro para Santa Marta, que también queda en este país,
pero adonde  no es posible llegar, debido a la gran cantidad de obstáculos
inherentes que tiene no solo la vía sino sus inconscientes visitantes.

La curiosidad fue abordada y saciada por cualquier mapa y por los recuerdos
de un camino lleno de  polvorientas jornadas en el puesto de atrás del
Mercuri 53 de mi papa, y como conductor de mi ultimo Renault 12  con que
arribe al Rodadero ( Magdalena) en 1988.  De ese año para acá prometí no
volver en carro a la Costa , pues las velocidades con que transitábamos los
yentes y vinientes del Atlántico colombiano, me dejaban con la angustia e 
inminencia de ganarme  la rifa de cualquier accidente fatal que siempre
ofrecía boletas a todo quien por esas trochas del famoso viaje a la costa se 
atreviera a transitar. Opté por los aviones, y en el ministerio de 
transporte por mejorar y adecuar las vias para aquellas locuras y afanes de
los habitantes de este desorden que por llegar al querido destino en menos
de cuatro horas, arriesgaban el único regalo del universo.

Para nuestra desgracia histórica, las vías aunque reparchadas y optimas
para el viaje, se volvieron intransitables, y con el tiempo, comenzaron a
ser afectadas por los constantes retenes de tan delicados pensadores del
cambio social que dizque amerita este país pero a través de la terquedad de
las balas y la violencia. Así, los famosos paseos a la costa, que comenzaban
por lo general  el 26 de Diciembre alas 4 AM con parada en Santa Rosa del
pandeyuca con aguapanela  y almuerzo en el mesón del gitano, fueron cada ves
menos frecuentes y creo firmemente que se hallan casi olvidados.

  Los entretenidos desplazamientos de entonces fueron reemplazados por los
viajes en  los focker de Posada que lo llevan a uno a cualquier lugar de
esos tan anhelados y por supuesto en menos de las cuatro horas en que todos
queríamos llegar. Pero eso si, sin sancocho de bagre en el San Jorge, ni
olor a gramínea pecaminosa en el atardecer sinuano, ni tampoco parada con
arepaehuevo en la ye, ni en el conteo desde el puente sobre el río Magdalena
de los atascados y perezosos barcos que llegaban  del Océano.

  Que pena hijo, te estas perdiendo lo mejor de Colombia! Su tierra, sus
páramos, sus valles, sus montañas, su gente, sus costumbres y el amor de sus
entrañas.  Pero tranquilo, en el colegio te darán información  que aunque
creo valiosa, será por disco de computadora..  y muy probablemente no
asistirás a las convergencias de sus amaneceres como yo hilarante de
nostalgia te describiré.
  No me cabe en el alma el poder para contarle lo que tiene esta belleza de
país, a quien  solo atina a mirar inquieto en el impersonal registro del
Agustín Codazzi un grato recuerdo que se llama Colombia...

  Que país teníamos! si supieras  hijo, que te cambio todos los viajes que
has hecho a donde Sam, el de los muñecos de  la Florida,  o a donde tu
desterrado tío José el de  Texas o los que yo he realizado por Europa, sur y
centro de América, por un solo paseo a la costa.. a Boyaca, al eje cafetero
y los nevados, a Cali pachanguero, al Morasurco de Pasto, ala frondosa selva
chocoana, a cualquier pedazo de los Santanderes, al llano inmortal, a
nuestros desiertos, a nuestros ríos caprichosos de colores,   pero en
carro... y en familia...

  ¿Cuantos niños del centro de Colombia conocen el norte y viceversa, 
cuantos
del Atlántico o del Pacifico conocen el centro, cuantos del Oriente, el
Occidente y cuantos del Occidente, el centro?  Muy pocos.. solo algunos
papás y eso que en la memoria, porque el presupuesto para el miedo es amplio
y para el bolsillo ínfimo. No hay desplazamiento a la lúdica del
conocimiento de lo propio y del entorno, pues se nos ha venido olvidando la
conciencia colectiva de quienes somos y para donde vamos, y , al no tener
ese norte inscrito, seguimos luchando con la cabeza al piso, respondiendo
internamente como pagar las cuotas de nuestros deseos y los oprobios que el
fondo monetario internacional imprime a nuestros vacilantes políticos que se
empecinan como dueños corruptos de mi patria en quitarnos lo que es de todos
los afortunados que nacimos en esta esquina del continente mas bello del
mundo.

Me dirás que habrá tiempo mas adelante y que le abriremos paso a la
esperanza , y que todo cambiará, por que de todos es el futuro y el anhelo.
Pero pienso y me pregunto : ¿En Colombia quien se acuerda del alma
colectiva? Donde esta nuestra esencia interior de colombiano que añora con
amor su suelo? Donde están las voces a las cuales cada vez somos mas sordos 
e ignorantes? Quien, quien por Dios , nos tendera la mano para salir de
estos abismos infinitos en los que por indiferentes y abúlicos hemos caído
aun sin darnos cuenta ?  Como le quitaremos el poder a la migración,
intronizada en la mente inconsciente del hambreado de cuerpo y espíritu
desde el momento en que cualquiera nace en la patria, pues el rico quiere
ser ingles, el clasemedioso gringo y el pobre mejicano, y, nadie quiere ser 
colombiano ?

  Dios que dolor de patria tengo, al ver como esta generación pernocta en
casa arrinconada por las balas y el temor; al constatar que los padres de
esa misma inconsciente tienen entre sus prioridades conocer primero a Mickey
y no a nuestro Juan Valdés de PANACA,  que prefieren sacar su 
dinero,convertirlo en dólares y no dar trabajo, que ufanan de su vestuario
extranjero y de contrabando que arrebata a muchos el sabor del pan en la
boca.. Que dolor me da al escuchar a quienes deben guiar a sus hijos que
este país no vale nada y que salir como sea es la única alternativa para
evitar la opresión del alma y del cuerpo.

Oh Colombia, tus barrios se inundan de trans, rock y hamburguesas, de querer
ser lo que no somos, de sentir como no vibramos, de creer que los centros 
comerciales son Malls de Miami  y de estar distónicos entre la realidad y el
anhelo.

Dime mi amada Colombia donde están tus bambucos y cumbias, donde están tus
manos negras empuñando los velones curruleros, donde escondes los valores de
la escencia del amor , del repeto, de la fe, de la solidaridad, donde están,
donde se fueron Colombia? Dime donde están , dime donde ?  que hace mucho
los busco y solo encuentro voces que quieren dejar el huerto de la esperanza
...

  Hijo: no oigas los improperios y ten templanza, no te olvides, eres 
colombiano, tu hermano, tu vecino y tu amigo, son Colombianos y que la vía
para recuperarla, no esta muy lejos, esta adentro, esta en la conciencia 
interior y divina de que somos todos el mismo pueblo, por allí se va para 
Colombia...




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    cortesia de Anibal Monsalve Salazar

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