San José, 07 de marzo de 2006 CARTA ABIERTA AL PODER JUDICIAL La política de criminalización de las luchas sociales es inconstitucional y violatoria de los Derechos Humanos Señor: LUIS PAULINO MORA MORA Presidente. Corte Suprema de Justicia de Costa Rica.
Estimado señor Presidente: Por este medio, la Coordinadora Nacional de Lucha contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, instancia nacional unitaria que aglutina hoy a todos los sectores sociales que se oponen al TLC, se dirige a su Alta Autoridad con el propósito de manifestar su preocupación y denuncia respecto al grave sesgo represivo y antidemocrático, mostrado en los últimos años por el sistema de administración de la justicia penal costarricense. En efecto, señor Presidente, venimos a denunciar y a repudiar la sistemática política de criminalización de las luchas sociales y populares implementada últimamente por el Estado costarricense y en cuya ejecución vienen jugando un papel preponderante los tribunales penales. La Criminalización de las luchas sociales. Hoy en nuestro país estamos asistiendo a una serie de enjuiciamientos penales cuyos imputados suelen ser grupos y dirigentes sociales cuyo único “delito” ha sido la manifestación pública y política ante las recurrentes arbitrariedades, abusos de poder, vicios de corrupción e injusticias sociales, emanados todos estos de las mismas entrañas del aparato estatal costarricense. Así, podemos enunciar los principales casos que sin duda habrán de ser de su conocimiento: 1. Caso del ex diputado Célimo Guido y otros, condenado recientemente en juicio de reenvio por los acontecimientos de protesta social contra el monopolio español de RITEVE, concesionario de la revisión técnica vehicular en Costa Rica, Tribunal de Juicio de San Ramón de Alajuela, Expediente Nº.... 2. Caso de los dirigentes sociales Orlando Barrantes e Iván Molina por acontecimientos de justa protesta y reivindicación llevados a cabo en Guápiles por un conjunto de organizaciones campesinas, sindicales, juveniles y populares de la región Atlántica en el año 2000, Tribunal de Juicio de Guápiles, Expediente Nº 00-201797-485-PE. En este caso cabe hacer notar que el Gobierno de la República tuvo incluso que reconocer entonces la justicia y la legalidad de las reivindicaciones del movimiento social, a tal punto que firmó un Acuerdo de Compromiso con esas organizaciones. 3. Caso de las familias campesinas de Bambuzal, Juzgado Agrario de Guápiles, Expediente Nº 02-160218-507-AG, que irónicamente acudieron por su propia iniciativa a los estrados judiciales agrarios para hacer valer sus derechos de posesión y que luego, en un absoluto irrespeto y violación al debido proceso judicial agrario y a la misma justicia cautelar, no sólo fueron desalojadas violentamente, manu militari, de sus parcelas, no sólo les fueron destruidas todas sus viviendas y todos sus cultivos, y no sólo ya llevan a dos campesinos asesinados durante dichos desalojos, sino que fueron encausadas paralela y fraudulentamente en la vía penal, Tribunal de Juicio de Heredia, expedientes N°s 02-000291-573-PE, 03-000413-0573-PE y 05-0006-571-PE, acusadas del supuesto delito de usurpación por el Ministerio Público y la poderosa e influyente transnacional bananera Standar Fruit Cº, que dicho sea, cuenta entre su staff de abogados con el concurso del ex-magistrado de ese Poder Ju dicial, Dr. Ricardo Zeledón Zeledón. 4. Caso de familias campesinas de la localidad de Medio Queso en Los Chiles de Alajuela, Finca el Combate, las cuales también han sido violentamente desalojadas, encausadas y encarceladas por los tribunales penales de Ciudad Quesada bajo el supuesto de usurpación de tierras. El caso de los estudiantes universitarios Josué Arévalo y Cristian González quienes fueron arrestados de manera arbitraria, por policías vestidos de civil y armados (policías que en ningún momento se identificaron como tales), el primero mientras viajaba en un autobús y el segundo mientras se encontraba comiendo en un restaurante capitalino, hecho ocurrido luego de una manifestación. Posteriormente procesados penalmente bajo el cargo de supuesta agresión a un policía, acusación que después fue desmentida por los mimos tribunales al demostrase que careció de fundamento, como así lo demuestra la sentencia, que sostiene que el policía de apellido Solano mintió en su acusación. El caso del estudiante Rafael Avalos Barquero, expediente 05-020969-042-pe (Fiscalía Adjunta, Segundo Circuito Judicial), quien el lunes 28 de febrero recibe citación para presentarse al Segundo Circuito Judicial de Goicoechea donde el Ministerio Público le acusa formalmente del supuesto “entorpecimiento de servicios”, usando para ello lo que consideramos archivos paralelos de personas que no han cometido delitos, pues entre las “pruebas” figuran fotografías anteriores donde los supuestos “hechos” tuvieron lugar. Además en el mismo expediente se menciona de forma explícita que existe un registro de fotografías hechas al compañero Avalos en otras manifestaciones. El caso del estudiabte Esteban Campos también es digno de mención, pues el compañero, en su calidad de Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional, se dirigió a la Comandancia Policial de Heredia para preguntar por un estudiante universitario que había sido detenido durante una manifestación, y simplemente fue arrestado. Lo anterior sin que se le informara la causa de la detención. Más grave resulta que el parte policial indique que Campos fue arrestado en la manifestación, lo cual constituye una falta a la verdad. Por si fuera poco al compañero Campos se le impusieron medidas cautelares fuera de lo usual, y hasta el momento inéditas, se le prohibió (y con ello se le restringió un derecho fundamental) acercarse a cualquier manifestación pública, lo cual por supuesto limita el ejercicio propio de su cargo, y denota una clara persecución hacia la representación estudiantil. A la fecha, casi dos años del injustificado arresto, el compañero espera un j uicio sin que se haya definido una fecha para su realización. La crisis económica, moral y política de fondo. Como podrá notar, señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia, en el fondo de todos estos casos judiciales subyacen las políticas sociales y de desarrollo implementadas por el Estado costarricense por medio de sus distintos Poderes y Gobiernos en las últimas décadas. Estas políticas y el modelo neoliberal a ultranza que les da sustento, han demostrado su rotundo fracaso para resolver los más apremiantes y elementales problemas del pueblo costarricense. No es ningún secreto el carácter excluyente, de marcada concentración de la riqueza y de aumento alarmante de la pobreza de tales políticas. En este sentido ya no es sólo desde el propio movimiento social o desde los sectores críticos y pensantes de la academia costarricense de donde ha salido el cuestionamiento de tales políticas y sus devastadores efectos sociales. El país en general y en este caso el mismo Sistema de Administración de Justicia debe reflexionar sobre las categóricas denuncias hechas por Monseñor Hugo Ba rrantes Ureña máxima autoridad de la Iglesia Católica, en sentido de que nuestro país se está polarizando de manera acelerada, permitiendo afirmar que existen en este momento dos Costa Rica, una concentradora de riqueza y otra paupérrima y excluida. En un contexto de crisis moral y política de la clase gobernante y de acentuada injusticia social como este, resulta entonces muy peligroso el sesgo criminalizador de las luchas sociales que estamos aquí denunciando. Es un hecho que las recientes reformas al Código Penal Costarricense - según las cuales hoy se tipifican como delitos lo que antes eran simples contravenciones - responden precisamente a ese carácter represivo que requiere la implantación de las políticas estatales de capitalismo salvaje, donde ya no basta la pura y simple represión policial sino que se impone la penalización de la protesta social. Así entonces hoy tenemos que se le da un trato delincuencial a hechos que son eminentemente sociales y políticos por su naturaleza y por los sujetos en ellos implicados. Incluso hay una marcada tendencia de los entes penales y fiscales a implantar de facto la odiosa y repudiada figura del “delito de muchedumbres” en su acepción inculpante más radical tan propia de los regímenes fascistas y dictatoriales. Esta es una Política Criminal ajena a la objetividad que debe guardar el Poder Judicial, ajena al más básico sentido social de la Justicia y del Derecho. Y es que, en efecto, señor Presidente, basta remitirse a los fundamentos del Estado Social de Derecho y al mismo ordenamiento jurídico constitucional del país, para caer a cuenta que tales políticas de criminalización ya no sólo son atentatorias contra tales principios, sino que violan normas fundamentales de los Derechos Humanos, Políticos y Sociales integradas a nuestro bloque de constitucionalidad por los tratados y convenios internacionales suscritos por Costa Rica en esta materia. Este bloque de constitucionalidad contempla el derecho de los pueblos a manifestar por todos los medios su pensamiento, sus inconformidades y más aún, su protesta y oposición ante los abusos de poder, la corrupción, la injusticia social, la exclusión y la discriminación emanadas de los Poderes públicos. Demandas del movimiento social. Demandamos entonces de los administradores de justicia: 1- el cese inmediato de las actuales políticas de criminalización de las luchas sociales, 2- la declaratoria de ilegalidad e inconstitucionalidad de tales prácticas judiciales y 3- la pronta promoción de las reformas pertinentes al Código Penal Costarricense. No se trata entonces de intervenir en la independencia de los jueces. Se trata más bien de intervenir y revertir la Política Criminal actualmente implementada por el Estado costarricense a través de su Poder Judicial.. Convencidos de que tales Derechos Humanos y Constitucionales asisten al pueblo costarricense y a sus organizaciones sociales, la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC manifiesta que esta Política Criminal de amedrentamiento, penalización y represión hacia las organizaciones populares y sus dirigentes no va a contener el descontento y la protesta social. Al contrario, las luchas sociales corren el riesgo de aumentar conforme son más evidentes las muestras de la injusticia social y de los abusos de poder, y conforme se corroe y aumenta aún más la falta de autoridad política y moral de todos los Poderes de la República, incluido el Poder Judicial. Deseamos una pronta y pública repuesta de la Presidencia del Poder Judicial a esta Carta Abierta y no omitimos manifestar que en su defecto, la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC abogará para que este asunto sea ventilado en las instancias internacionales que estime pertinentes. San José, Costa Rica. COORDINADORA NACIONAL DE LUCHA CONTRA EL TLC Cc: Medios de Comunicación. Organizaciones Sociales. Asamblea Legislativa. Poder Ejecutivo. Organismos Internacionales Derechos Humanos. Conferencia Episcopal Iglesia Luterana =================================================== http://espanol.groups.yahoo.com/group/CR-denuncia/ Pie de mensaje: =============== ESTE GRUPO DE USUARIOS NO TIENE COLOR POLÍTICO =============== No se calle .... ¡DENUNCIE! Sea parte de la solución, no del problema Libérese de 50 años de paternalismo "Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es EL SILENCIO de la gente buena" ... Ghandi ********************************************* Publicar mensajes: CR-denuncia@gruposyahoo.com Suscribirse: [EMAIL PROTECTED] Borrarse del grupo: [EMAIL PROTECTED] Propietario: [EMAIL PROTECTED] NO se admiten archivos adjuintos. Tenga la paciencia de hacer un "copie y pegue", o simplemente indique el "URL" ( http:// etc., etc ) =================================================== Enlaces de Yahoo! 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