PAC: REALIDAD Y DOGMA DE LA PEQUEÑEZ PARA ASPIRAR

Contradicción de Epsy Campbell Bars al postularse como precandidata a la
presidencia en un partido grande, alegre y abierto aduciendo el  dogma
mezquino de verlo pequeño, triste y cerrado para justificar su
cuestionamiento desde adentro y romper con los paradigmas de compromiso con
los valores PAC.

Por Alvaro Arnoldo Araya Alpízar

I PARTE

 

“Llego la hora” y a la hora de la verdad he tratado de explicarme y explicar
por qué Epsy Campbell Bars basa su postulación, como aspirante a la
Presidencia de la República por el Partido Acción Ciudadana, en el decir de
un “PAC pequeño, triste y cerrado, de apenas 14000 personas …” y que “es
necesaria una Convención abierta-abierta más allá del contexto PAC,
permitiéndole a todo interesado de otros grupos políticos, sociales y
económicos votar, para decidir acerca del candidato o candidata a la
presidencia del Partido que la ha promovido en el marco de determinados
paradigmas de construcción”. Este es un discurso con varios destinatarios y
contenidos relacionados con temas sensibles en la agenda actual del Partido,
como el relacionado con las alianzas.

Es así como, la idea fuerza más allá de cualquier otra propuesta
programática es “llego la hora …”, que con la fuerza de las emociones
conlleva a “la  promoción de la idea de la necesidad del cambio” (“We are
the change” al mejor estilo Obama). Y en esto, los “gestores de campaña de
Doña Epsy por lo menos en Internet” se juegan una vez más una carta fuerte
de La Nación y algunos medios: la crítica implícita a Ottón Solís por la
defensa de los valores PAC y el mismo proceso de construcción partidario
acusados de ser dogmáticos y cerrados, como causantes de la “falta de
crecimiento”. Este esfuerzo de posicionamiento crítico del Partido,
constituye un reto que rebasa la dimensión de la construcción de una
precandidatura, para llevar la discusión en torno a la necesidad o no de
refundar el Partido en torno a otros valores y practicas en torno a temas de
discusión en la actual agenda PAC, como el asunto de las alianzas
electorales.

Más allá de estas y otras lecturas e interpretaciones de “nuevos
paradigmas”, comportamientos, actuaciones y los mismos procesos que se
desarrollan en todo el país PAC de cara a la próxima Asamblea Nacional,
CONSIDERO importante presentar  en el marco de los valores PAC, cuales eran
mis expectativas acerca de la postulación de Doña Epsy.  

En primer lugar, la dimensioné como una alternativa política en PAC que se
presentaba ante el electorado nacional para ofrecer una nueva visión del
desarrollo nacional y la atención de las necesidades de la gente, en sus más
diversas connotaciones y categorías socio-económicas.  Esperé tener la
oportunidad de leer y analizar visiones político-programáticas distintas a
las que plantea Ottón Solís, o por lo menos diferente en las iniciativas de
solución para los grandes problemas nacionales, en especial en esta
coyuntura histórica con TLC y en el marco del problema estructural que vive
el Estado Costarricense. 

Pensé, que Doña Epsy propondría como plataforma de campaña, una
re-orientación para las políticas de movilidad social y de redistribución de
la riqueza, distinta a la que ha promovido y promueve Don Ottón, mediante un
esquema de atención del déficit de atención equitativa de mujeres, minorías
y grupos sociales, que el Estado y la sociedad costarricense han dejado a
merced “de la suerte del tráfico de influencias y el paternalismo de
políticos tradicionales”.  Pero no, ¿qué pensará Doña Epsy sobre este tema?

Me imaginé que Doña Epsy impactaría a la ciudadanía con iniciativas, para
una mayor efectividad social de las propuestas de Don Ottón, quien ha
argumentado en sus últimos aportes en torno al deber de focalizar las
políticas y estrategias de desarrollo con sentido social, para que los
grandes costos de la actual crisis económica la paguen los más ricos. Pensé,
conociendo las últimas propuestas de desarrollo solidario de Don Ottón,
mediante el establecimiento de iniciativas de fiscalización y control del
gasto público protegiendo a los menos tienen, que Doña Epsy ofrecería otros
argumentos en torno a la especificación de los destinatarios y en
consecuencia de los beneficiados con los planes estatales de desarrollo y
combate de la pobreza. Esperé que Doña Epsy planteara algo distinto ante la
propuesta de Don Ottón de establecer priorizaciones presupuestarias, según
parámetros de solidaridad, inclusión, justicia y equidad de los distintos
programas y proyectos de inversión estatal, así como en torno a cómo
enfrentar la crisis económica costarricense e internacional que nos asedia
en todas las facetas del desarrollo nacional.  

Sin duda alguna, uno de los grandes retos del país para reducir la pobreza y
promover el desarrollo hacia nuevas metas de bienestar, es el
fortalecimiento de la eficiencia del Estado. Esta visión reclama de todos
los precandidatos y precandidatas a la presidencia, ideas para que las
políticas se traduzcan en resultados medibles y no en promesas eternas, tal
y como lo ha cuestionado Don Ottón, quien ha venido proponiendo a través de
los años diversas iniciativas. 

 

En el orden descrito, pensé que Doña Epsy ofrecería –como opción- propuestas
sobre los valores de la ética PAC en el combate de todas las formas de
corrupción y el despilfarro de recursos públicos: asesorías, viajes al
exterior, consultorías, publicidad y otros métodos de conocimiento nacional.


 

Desde mi perspectiva PAC,  esperé que Doña Epsy presentara al país un
enfoque ético-parlamentario diferente acerca de los límites y compromisos de
la Fracción Legislativa PAC. También vino a mi mente, por experiencias
anteriores, la posibilidad de escucharle proponer nuevas opciones de hacer
gobierno con la oposición, mediante y con el establecimiento de consensos
para trabajar en áreas y temas específicos, de cara a la ciudadanía y sobre
mesas de vidrio. 

 

También, Doña Epsy no ofreció su posición acerca de las tesis neoliberales
que promueven la economía, en especial la presupuestaria, como ciencia de
números, donde poco o nada interesa la desesperanza y el hambre de la gente.
Me quedé a la espera de su enfoque social de la economía, como herramienta
para que la gente encuentre oportunidades y soluciones a sus problemas, con
diferentes niveles y parámetros de intervención estatal.  

"Grande es la coherencia, pero aún más grande la verdad, desde un punto de
vista práctico, cuando se es consecuente siempre, sin dejar que el silencio
venza la verdad".

 

Responder a