LA PUBLICIDAD DE LA OBRA ESTATAL ES UN NEGOCIO ELECTORAL SUCIO DE LOS ARIAS

Por Alvaro Arnoldo Araya Alpízar

 

En estos días somos testigos de una intensa campaña publicitaria del
Gobierno Arias, para exaltar la obra engañosa de su gobierno y paralelamente
servir de referencia a la estrategia de comunicación de Laura Chichilla,
candidata del oficialismo en la Convención del PLN. Han sido días para
recordar que los Arias y sus incondicionales, incluido Jonny Araya, se gozan
con el gasto de miles de millones de colones, tratando de construir
escenarios de prosperidad y bienaventuranza, cuando ellos mismos reconocen
tras bambalinas que el país vive momentos de crisis y recesión, o se
contradicen en las actuaciones con los valores y principios que dicen
defender. Llaman a la colectividad a sacrificios, pero no titubean en hacer
enormes erogaciones para disputarse la paternidad de los dizques progresos
experimentados por el país en los últimos tres años, ocultando claro esta,
toda la gran corruptela y pendientes de promesas electorales incumplidas. 

Qué desgracia para la construcción democrática que los Arias utilicen una
estrategia semejante, en especial porque la publicidad en cuestión, más allá
del favoritismo político-electoral, se ha convertido en un negocio sucio,
donde las ideas y propuestas de desarrollo hacia futuro, han pasado a un
segundo plano, dando lugar a una disputa emotiva sobre el valor histórico de
lo realizado y la relación de confianza con los liderazgos reconocidos. Esto
siempre ha sido así en el Partido Liberación Nacional. Esta “dependencia” es
posiblemente la más antigua de la “construcción liberacionista”, donde con
una gran facilidad electorera y lucrativa en materia de puestos y
concesiones, se reclaman las herencias o derechos de “influencia electoral”
en un gran laberinto donde el clientelismo y el tráfico de influencias. Y
esto ocurre porque la publicidad es la única que puede ocultar con mentiras
e imagines la verdad escondida detrás de los hechos denunciados por la misma
tendencia de Jonny Araya. Así, también lo ha denunciado en el pasado su
mismo tío, Luis Alberto Monge Alvarez. “El Régimen de los Arias utiliza los
recursos públicos para favorecerse y favorecer a quienes, en su entorno,
hacen y repiten lo que les conviene”.

Por otra parte, y a propósito de las culpas que hoy se reparten entre
Chinchilla y Araya, es importante destacar, como el segundo,  forma parte
del muy selecto grupo de burócratas que ha cosechado múltiples beneficios en
materia de imagen, gracias a la utilización de recursos públicos en diversas
campañas de publicidad. ¿Cuántos de estos lideres construidos desde los
medios y con recursos de todos los costarricenses, ocultan el rifle de la
lucha por la ética en la Administración Pública y callan lo que es evidente
(el uso de recursos del Estado para intentar favorecer la campaña electoral
del PLN desde y en el marco de su Convención)? ¿Cuántos de ellos cavaron
trincheras profundas para ocultar con campañas publicitarias negocios pocos
claros de particulares con el Estado, al tenor de intereses y compromisos
electorales de partes interesadas? ¿Cuántos de ellos hoy se rasgan hoy las
vestiduras de la “inocencia democrática” justificando el rompimiento del
orden del orden de la “imparcialidad”, desde el Poder Ejecutivo, mientras en
el pasado, con motivo del Referéndum del TLC, se reían de las petitorias de
equidad en el uso de recursos públicos ? ¿Cuántos de ellos, en la Asamblea
Legislativa, se han preocupado por hacer las reformas pertinentes al Código
Electoral y evitar que el filibusterismo mediático de los gobernantes sea
utilizado para influenciar el voto en los procesos electorales? ¿Cuántos de
ellos esquivaron y esquivan la responsabilidad de sus omisiones y
complicidades publicitarias en procesos electorales anteriores? 

Hoy debemos recordar a Jonny Araya y su tendencia que la invasión y
ocupación de las pantallas con anuncios publicitarios oficiales, así como
otros vestidos con el traje de noticias, son los mismos que ellos evadieron
combatir en tiempos del Referéndum. Debemos recordar que la imparcialidad en
los procesos democráticos no es un asunto de conveniencias, es ante todo un
compromiso ético con pensamientos, principios y acciones de coherencia. 

Hoy y cada día, debemos recordarles a los Araya Monge, incluido Rolando, que
al haber permanecido y permanecer en el PLN, unos con mayor carga de
responsabilidades por lo actuado que otros, ha servido y sirve a los
intereses cuestionados. Debemos recordar que Jonny Araya fue parte de toda
la maniobra publicitaria de los Arias, durante la “Campaña pro-TLC”, donde
se utilizaron recursos públicos para favorecer la Campaña del Sí al TLC.
Debemos recordar, también, cómo los que hoy se rasgan las “vestiduras de la
inocencia democrática”, han participado una y otra vez del “engaño electoral
atrapados en la línea de fuego de la publicidad”, con el único propósito de
inducir y condicionar el voto en las urnas, a partir de la construcción de
escenarios de prosperidad engañosos, que tan solo sirven para aumentar la
riqueza de unos pocos privilegiados, en el marco de las redes de
clientelismo y tráfico de influencias conocidas.

También debemos recordarles a todos ellos y ellas, que la democracia en su
esencia se relaciona en lo más puro con el deber de discutir por el fondo
los problemas nacionales para discrepar, proponer y construir en
colectividad soluciones viables. El electorismo publicitario que se promueve
en y desde el “todas las instancias del PLN” se fundamenta en la capacidad
de aportar y recoger dinero, la ambición de lograr cosas, puestos,
concesiones y en fin “poder ante la gente”. Tiene que ver con el
sometimiento de la gente a los caprichos y deseos de satisfacer de los
elegidos. 

Debemos recordarles en coro, a todos los Araya Monge y “a quienes hoy
sufren” por la utilización parcializada de recursos públicos para favorecer
a la Laura Chichilla, que ellos y ellas, también son cómplices directos de
estas prácticas. 

No obstante, ante la distorsión de la realidad costarricense por los Arias
Sánchez, para crear escenarios de prosperidad y bienaventuranza, debemos de
unir esfuerzos y voluntades para pedir “basta ya”, ante tanta mentira
publicitaria, con los recursos aportados al fisco por todos los y las
costarricenses. Ante esta realidad, los medios tienen un arma en la mano: la
verdad informativa más allá de los espacios pagados que transmiten. Esto los
obliga a cuestionar y a cuestionarse en la trascendencia y compromiso con la
verdad, la transparencia, la justicia y la razón porque fue público y es
notorio el apoyo del Señor Oscar Arias para Laura Chinchilla. 

 

"Grande es la coherencia, pero aún más grande la verdad, desde un punto de
vista práctico, cuando se es consecuente siempre, sin dejar que el silencio
venza la verdad".

 

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