¡NO NOS DEMOS POR VENCIDOS…AÚN ESTAMOS A TIEMPO!
 
"A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, 
ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra 
altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. 
Plan contra plan." 
José Martí.
 Costa Rica, 15 de junio del 2009
Compatriotas:
La Convención Interna del Partido Acción Ciudadana, la del Partido Liberación 
Nacional y el cierre exitoso de la inscripción ante el Tribunal Supremo de 
Elecciones, de los Partidos Renovación Costarricense, Accesibilidad sin 
Exclusión, Frente Amplio y Alianza Patriótica a nivel nacional, así como 
procesos avanzados de inscripción del Partido Rescate Nacional, Unión 
Patriótica y del Partido Integración Nacional, representan la culminación de 
una etapa en el proceso electoral orientado a las votaciones generales del 
2010. 
Hoy, a la luz de los últimos acontecimientos, el panorama está claro: por un 
lado, un Partido Liberación Nacional que, conforme pierde su identidad 
socialdemócrata, se fortalece como maquinaria electoral en la que el mayor peso 
lo tiene  el poder económico y mediático con el que presuntamente logra, en su 
convención interna,  atraer un significativo caudal de votantes; por otro lado, 
un Partido Acción Ciudadana cuya Convención Interna evidenció limitaciones y 
vulnerabilidades que parecen alejarlo de ser aquella segunda fuerza que obtuvo 
más de seiscientos mil votos en las elecciones del 2006. Vemos también un 
Frente Amplio que, gracias a la excelente gestión del  Diputado Merino en la 
Asamblea Legislativa, se consolida como partido ideológico que, además, parece 
haberse nutrido y fortalecido  -cuantitativa y cualitativamente- con 
importantes sectores que participaron en el Gran Movimiento Patriótico contra 
la ratificación del TLC, que se generó alrededor del Referéndum para alcanzar 
la victoria que nos fue usurpada. Otros partidos como el PASE, Vanguardia 
Popular, Rescate Nacional, Unión Patriótica, el mismo PAC y la Alianza 
Patriótica, son también expresión política de miles de costarricenses que 
marcharon unidas y unidos en las gestas patrióticas del No al TLC y que hoy 
urgen a las dirigencias partidarias a avanzar hacia procesos de unidad.
Ninguno de los partidos citados, ni otros menores en términos numéricos,  ni 
los partidos de derecha como el Movimiento Libertario o el Partido Unidad 
Social Cristiano, se vislumbran con capacidad de derrotar, por sí mismos, a la 
maquinaria electoral plutocrática del PLN y a sus aliados mediáticos. Todo 
parece apuntar a que ninguna fuerza opositora si va por separado podrá vencer 
al grupo neoliberal que se ha hecho del poder en unas elecciones cuestionadas y 
cuyo mascarón de proa son los hermanos Arias;  que  gobiernan el país bajo 
signos de inmoralidad y un marcado autoritarismo que amenazan la paz social de 
la que hemos gozado las y los costarricenses.   
Por ello, esta tiene que ser la hora de la unidad, de las alianzas,  el momento 
de coaligar fuerzas y programas, la coyuntura para que dejemos de lado 
intereses personalistas o intrapartidistas y nos lancemos, sin dilaciones, a 
consensuar una plataforma político-programática básica que nos permita integrar 
una coalición electoral de modo que, bajo una sola bandera política, 
participemos en las elecciones de febrero de 2010.
Asimismo, es fundamental que, simultáneamente, avancemos en la construcción de 
mecanismos de consulta popular, mediante los cuales el pueblo costarricense, 
más allá de las tiendas partidarias, escoja y ratifique las y los candidatos 
que darán seguimiento a la plataforma política desde el Poder Ejecutivo y desde 
la Asamblea Legislativa a partir del 2010.
El primer y urgente paso –pues el tiempo apremia- es que nos reunamos, 
partidos, movimientos y fuerzas sociales, sin condiciones previas, sin 
exclusiones y sin imposiciones basadas en presuntos caudales de votación o de 
aporte histórico, sino solo con el afán patriótico de rescatar para el pueblo 
costarricense, para un modelo solidario de desarrollo,  para la profundización 
del Estado social y Democrático de Derecho, el Gobierno de la República y la 
Asamblea Legislativa. 
Si logramos trascender este primer, urgente y dificilísimo pero necesario paso, 
llegando a consensuar ejes político-programáticos y mecanismos de decisión y de 
consulta, podernos entonces avanzar con pasos certeros hacia la construcción 
del movimiento o de la coalición nacional  patriótica que, sustentada en una 
visión país, llevará al triunfo electoral a verdaderos representantes populares 
y garantizará la unidad y sostenibilidad de un gobierno de coalición.
El tiempo es corto, pero suficiente, siempre y cuando exista una base, aunque 
sea mínima, de buena voluntad y de capacidad de riesgo por parte de las 
dirigencias partidarias y sociales. Si no lo logramos, la democracia 
costarricense se tornará más restringida, el país más ajeno y las brechas 
sociales y económicas más hondas. El patriotismo, en esta hora, significa 
apertura de la mente, del corazón, de las tiendas partidarias, hacia la 
búsqueda de diálogo y de consenso. A eso nos convoca la Patria y de la 
respuesta que demos dependerá que el porvenir sea el de una Costa Rica 
solidaria y libre o el de un país sojuzgado y puesto al servicio de los más 
oscuros intereses criollos y transnacionales.
Hago este vehemente llamado a todas y todos los costarricenses…Compatriotas: 
¡No nos demos por vencidos…aún estamos a tiempo! 
Fraternales saludos, 
Eugenio Trejos Benavides 
 
 
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