On Wed, 22 Oct 2003, Bernardo Arlandis Mañó wrote: > Estoy muy de acuerdo en que se han de tomar medidas ya en el tema de los > virus que estamos recibiendo masivamente estos días. Ocultar nuestras > direcciones de correo puede ser la solución. También creo que sería > justo que estás personas infectadas que no hacen nada por solucionar el > problema fuesen expulsadas de la lista, no sé si esto sería efectivo, si > el virus coge las direcciones de los correos recibidos por estas > personas entonces sí, y al menos que se den por aludidas las personas > infectadas. La forma de saber quien está infectado creo que sería > sencilla, se podrían enviar correos desde un servidor con alias de > cuentas test1,test2,etc a todos los suscritos y responderán con el virus > a la cuenta correspondiente los infectados. Haciendo esta prueba creo > que sabríamos quienes son los culpables y podríamos atacar la raiz del > problema. > > Sea cúal sea la solución escogida sería conveniente que se aplicase > cuanto antes. Estoy ya hasta el gorro de recibir las dichosas > actualizaciones.
Estás dando por supuesto que los virus que recibes te los envía alguien que está suscrito. Los mensajes de esta lista, como ya he dicho antes, se distribuyen a través del grupo de noticias linux.debian.user.spanish y a través de páginas web en "Google Groups". Esta información está disponible para todo el mundo, esté suscrito o no. Tendrías que enviar un mensaje a todo el mundo mundial que tenga correo electrónico y eso sería hacer spam. No se puede luchar contra el abuso con otro abuso. Me hace gracia que hables de "la raíz del problema". La raíz del problema es Outlook y Windows. Contra eso YA luchamos aquí. Quien quiere instalar Debian y necesita ayuda, la pide aquí y nosotros se la damos. Sinceramente, creo que poca gente hace tanto como nosotros para combatir el virus, por el método por el que realmente debe combatirse: Usando un sistema operativo bueno. Que cada palo aguante su vela. A fecha de hoy yo llevo recibidos 19649 ejemplares del Swen.A, así que menos quejarse.