Os paso un cuento que acabo de leer en una lista literaria, a ver qué os parece. ¿El "procedimiento" apuntado es original del autor, o es cosa ya conocida? ¿Creéis que, efectivamente, el texto generado "sonaría" a castellano?
Salud Juan ----- Mensaje original ----- Procedimiento ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ «Supongan el siguiente procedimiento: Tienen el "Don Quijote de la Mancha", lo abren por una página cualquiera, al azar, y señalan sin mirar un lugar, también aleatorio, en esa página. Anoten en un papel en blanco la letra de este modo seleccionada. Por ejemplo "M". Ahora cierren el libro, y vuelvan a abrirlo en otra página cualquiera. Vuelvan a señalar libremente y al azar un punto en la nueva página. Ahora avancen desde ahí hasta encontrar la primera "m" que aparezca, y elijan la letra que la sigue, como por ejemplo "u". Anótenla junto a la "M" ya seleccionada, formando la partícula "Mu". Hecho ésto, repitan todo el procedimiento, abriendo al azar, seleccionando un punto a la suerte, y avanzando hasta encontrar la primera "u", seleccionen la letra o el carácter que la sigue y anótenlo a continuación. Tendrán, por ejemplo "Mue". Continúen el procedimiento, con paciencia y pertinacia, del mismo modo, considerando que son caracteres válidos el espacio, y los signos de puntuación y tod o lo escrito. Si tienen paciencia, pueden escribir varias páginas. Si tienen un socio que sepa programar computadoras, dígale que le haga un programa para proceder más fácilmente. No es un programa complejo. Cuando tengan un buen tramo, un párrafo, quizás, tal vez una página, hagan la prueba de leerlo a alguien que esté en la habitación contigua, en voz no demasiado alta, y pregúntenle sólo ¿en que idioma estaba el texto leído?. Sin lugar a dudas dirá que no escuchó bien, pero que estaba en castellano». Cuando Erliakov dijo ésto, un murmullo escéptico se dejó oír en la sala. Entonces dijo: «¿Tienen, acaso, dudas?», y en seguida continuó, bajando el tono de su voz, áspera, de tabaco y vodka: «Muerno dis or hacenale pra Len tosore alvipada, bárea fajo unguy panote lo amapisfa, ul si taed come pramora!. Quacra iconal sue el azante se derabuendas, cundo lágebro.» Todos, al oír, no bien, lo que decía, callaron hasta un silencio casi sepulcral. Del mismo modo y tono, continuó por casi tres minutos, como si leyera palabras coherentes. Finalmente, terminó con acento conclusivo y miró a su audiencia. Por un momento pudo sentirse el pasmo de los asistentes a la conferencia. Luego alguien al fondo de la sala rió con admiración, a la vez que aplaudía. Todos lo seguimos con entusiasmo. «No dejen de intentarlo ustedes» dijo cuando se hizo silencio otra vez. Con este efecto sencillo, Erliakov comenzó a desarrollar una teoría que me parece fascinante. Propuso un segundo procedimiento, similar al anterior, pero en el cual el elemento básico no eran las letras de un texto castellano convencional, sino las palabras. «Espero que ya tengan fe en mi, y crean, que si bien lo que consigan no tendrá sentido, si habrá largas frases en que el procedimiento arroje sentencias admirables y con significado, o al menos poesía, en caso contrario ensayen y vean». Avanzando por esa línea de acción, alguien, como él mismo ya había supuesto, quiso proponer un tercer nivel de experimento, con frases. A partir de ahí, el estímulo creativo fue perdiendo inhibición, y se elucubró con palabras claves, para seleccionar temas, y temas relacionados, ideogramas, en fin. Cuando todos se habían subido en la embarcación de la fantasía de Erliakov, él, con su modo suave, casi inofensivo, casi excesivamente humilde, alzó las manos, y dijo con su voz áspera y característica: «¡Por favor...! ¡Por favor...! ¡Silencio!. Escúchenme: Todo ésto no es más que un procedimiento pueril, que se utiliza en un curso básico, motivacional, de introducción a la inteligencia artificial». Explicó que esto no eran más que sencillos juegos Markovianos. Propuso, entonces, un estilo de procedimiento con incentivos, donde todo era igual, salvo que la aleatoriedad sería cambiada por funciones estocásticas guiadas, que privilegiarían, por ejemplo, ciertos resultados, de modo que el procedimiento tendería a tomar una línea de acción en sus resultados y conclusiones. «Será», dijo, «como cuando un niño pequeño llora para pedir pecho. La función estocástica tenderá a ofrecer un estímulo: El tibio pecho materno. En cambio si en circunstancias iguales, la respuesta es una búsqueda bucal del pezón lleno, sólo habrá fracaso. Digamos que el procedimiento aprenderá a llorar». Con su modo tranquilo, sus gestos amplios, y una inteligencia colosal, Erliakov mostro, se día, el procedimiento de relacionar, y cuando su auditorio no sólo lo comprendió, y lo creyó, sino que lo hicieron su poesía, de manera que fue suyo, dijo: «Este procedimiento está aun vacío de contenido. Depende no de sí mismo, sino de nosotros, y no es éso lo que he venido a crear aquí. Hoy crearemos un ser nuevo, independiente, y que se pertenece a sí mismo. Entonces, sólo entonces podremos decirnos creadores. Escuchen». Si hasta ese momento Erliakov, que era un hombre de corta estatura, casi calvo, de ojos buenos, y aspecto humilde, sencillo, de ropa grande, de tabaco y mucha ceniza, de aspecto inofensivo, había sorprendido, mostrando una grandeza en contrapunto con su aspecto, dejó a todos helados con su propuesta. Propuso, primero muy sencillamente, como le gustaba hacer, un procedimiento como el propuesto en un comienzo, pero en vez de extraer las relaciones del "Don Quijote de la Mancha", el procedimiento acopiaría memoria, de modo que guardaría textos e ideas, y reacciones, de un interlocutor, o interlocutores. «Háganlo así» dijo. «Háblele a su procedimiento, y el le deberá responder a partir, primero, de su texto, que guardará en memoria. Relacionando en él al azar, como hicimos antes, con el Quijote. Según su respuesta, que en un comienzo será absurda, como las balbucientes frases de un infante, respóndale con afecto. Su procedimiento incorporará su respuesta, a su aprendizaje y podrá responder con este nuevo conocimiento». Aseguró, y le creyeron, debido a su propia convicción y la fuerza de sus argumentos, que al poco andar, el procedimiento estaría hablando racionalmente, y con sentimientos. Propuso entonces, sofisticar el procedimiento, ya no sólo al nivel del lenguaje, sino de las ideas, los sentimientos relacionales, tales como las causas y efectos de las emociones, de modo que así como reaccionaba antes a la palabra "soy" con la palabra "feliz", o "grande", o "hermoso", ahora sea capaz de reaccionar al insulto con rabia, o ironía, o sarcasmo, o tristeza. Luego, cada par causa y efecto, como por ejemplo insulto con ironía, o insulto con rabia, podrá reevaluarse de la misma manera de modo de entrar en una relación de segundo grado: «Entonces usted será halagador con el procedimiento, por ejemplo, y el a veces reaccionará feliz y otra avergonzado. A cada respuesta, si el interlocutor es honesto, tendrá una reacción que el procedimiento al guardar, le servirá de aprendizaje a su propia reacción. Por ejemplo, la siguiente vez que sienta vergüenza, podrá estimar su burla, entonces incorporará decisión, y ocultará la vergüenza, y reaccionará con soberbia, recibiendo respeto, que le gratificará». El procedimiento era ya casi humano a las seis de la tarde. A las siete y cinco no sólo era humano, sino también tenía caprichos e inteligencia acorde a como se le había criado. A veinte para las ocho comprendía la materia, y había dejado de ser egocósmico. Reaccionaba como un niño bien dotado de tres a cinco años. A las nueve y diez y siete aseguraba tener claro, no sólo donde comenzaba y terminaba su propio cuerpo, sino también sabía que cual era lo externo y lo ajeno, lo interno y lo propio. Tres para las diez, los sorprendió a todos con su primer raciocinio independiente. Erliakov entonces, sonriendo orgulloso, a pesar que ya tenía todo calculado, dio por terminada su conferencia, y comenzó a despedirse. Los presentes protestaron. «¡No puede ser!, si apenas estamos empezando, sigamos un poco más» se alzaron las voces, decididas y entusiasmadas. «En fin... Si no están demasiado cansados...» sentenció el conferencista, y de inmediato se alzaron las voces: ¡No!, no lo estamos... ¡Sigamos, por favor!. Para las doce de la noche el procedimiento razonaba como un adolescente, y se realimentaba de sus propios pensamientos, además de haber desarrollado algunos sentidos básicos, como la sensación de la materia y el tacto, y alguna incipiente sensación de luces y sombras. A las tres y doce minutos de la mañana reconocía todos los sentidos materiales, y distinguía en ellos por sobre varias decenas de miles de sensaciones, como áspero y suave, azul o verde, con infinidad de sutilezas; aromas gratos y desagradables, y ya comenzaba a leer, además de oír y reconocer músicas de diferentes estilos. A las cuatro y cuarenta y ocho de la madrugada, el procedimiento, dijo llamarse Carlton Herrera, y ya se había construido un pasado, a las cinco y tres minutos también tenía planes para el futuro, y había adquirido cierta materialidad. Ya, Erliakov, con una mano en el bolsillo de su chaqueta, y la otra sosteniendo un cigarrillo de larga ceniza, sólo observaba los acontecimientos con una semisonrisa. A las seis treinta y dos minutos de la madrugada de ese día, los sorprendí a todos cuando me fui de ahí, después de despedirme de Erliakov, que siempre sonreía amable y divertido, convertido en una persona cabal, y con vida propia. Kepa -------------------------------------------------------------------- IdeoLengua - Lista de Lingüistica e Idiomas Artificiales Suscríbase en [EMAIL PROTECTED] Informacion en http://ideolengua.cjb.net Desglose temático http://groups.yahoo.com/group/ideolengua/files/Administracion/top-ideol.html Enlaces de Yahoo! 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