Hola a todos,

A continuación os paso un artículo de Milagros Pérez Oliva en *El
País*sobre el futuro (en realidad el presente) de la prensa escrita.
Podéis
completar la información recuperando el último texto de Javier Guallar para
*Thinkepi* (http://www.thinkepi.net/prensa-digital-en-2008).

Espero que sea de vuestro interés.

Saludos,

Javier Leiva Aguilera
http://www.catorze.com

--

Las incertidumbres de la prensa escrita
http://www.elpais.com/articulo/opinion/incertidumbres/prensa/escrita/elpepuopi/20090726elpepiopi_5/Tes

El periódico de papel no está muerto, puede incluso tener aún larga vida,
pero el futuro es sin duda digital. Éste podría ser el resumen de una serie
de debates a los que he asistido en las dos últimas semanas en la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la Universidad de
León y el Colegio de Periodistas de Catalunya. En todos ellos se debatía la
crisis de la prensa escrita y las inquietantes incógnitas que se ciernen
sobre el futuro del periodismo, una cuestión que preocupa en las
redacciones. Como la de muchos otros diarios, la de EL PAÍS se encuentra en
estos momentos inmersa en un cambio estratégico, de adaptación a las enormes
posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, que considero importante
que ustedes conozcan. Son cambios organizativos y tecnológicos que abren
grandes oportunidades, pero también ciertos riesgos. El más importante de
estos cambios es la integración de las dos redacciones, la del diario
impreso y la del digital, que durante años no sólo han funcionado por
separado, sino que incluso han pertenecido a empresas diferentes dentro del
Grupo PRISA. Entre los tecnológicos destaca la búsqueda de nuevas vías de
distribución, como el reciente acuerdo alcanzado con la librería electrónica
Amazon.com para poder descargar (de momento, sólo en Estados Unidos) el
contenido del diario impreso en el lector electrónico Kindle.

La redacción multimedia ofrecerá contenidos en diferentes soportes

Lo que confiere gravedad e incertidumbre a la actual situación de la prensa
escrita es la coincidencia de al menos tres crisis que operan de forma
simultánea: la crisis económica general, que ha llevado a una caída sin
precedentes de los ingresos por publicidad; una crisis de modelo industrial
y tecnológico, que obliga a replantear no sólo los formatos del periódico,
sino la organización del trabajo periodístico, y una crisis de credibilidad
que afecta al periodismo en general y que en los últimos años ha dado lugar
a intensos debates como el propiciado en torno al *Project for Excellence in
Journalism,* cuya* web* les invito a visitar.

El American Press Institute reunió en noviembre pasado a 50 editores de los
diarios más importantes de EE UU. Su diagnóstico no podía ser más
inquietante: la caída de las ventas y de los ingresos por publicidad, la
ruptura que representan Internet y las nuevas tecnologías, y la competencia
de nuevos actores, como los agregadores de noticias (Google News y otros),
están llevando a la prensa escrita "al borde del precipicio". La evolución
de 2009 no ha hecho sino agravar la crisis y muchos grupos de prensa han
entrado en pérdidas, aunque la vuelta a los beneficios en el último
trimestre del grupo editor de *The New York Times* hace albergar esperanzas
de brotes verdes también en la prensa.

Sin embargo, aunque la crisis económica amainara a corto plazo, la del
modelo industrial, vinculada al desafío de los cambios tecnológicos, está
lejos de resolverse. La extensión de la cultura de la gratuidad en Internet
y los cambios en la forma de percibir y acceder a la información por parte
de las nuevas generaciones están conduciendo a una progresiva disminución de
las ventas en quiosco, la otra gran fuente de ingresos de la prensa escrita,
en todos los países industrializados. La migración de lectores hacia el
formato digital no está siendo acompañada por la correspondiente migración
de la publicidad. De hecho, las ediciones digitales no serían rentables si
tuvieran que producir por sí mismas los contenidos que ahora les proporciona
la edición impresa. De manera que en la práctica, el lector que va cada día
al quiosco a comprar el diario está subvencionando a los lectores que
acceden al diario digital de forma gratuita. ¿Cuánto tiempo continuarán
pagando, teniendo en cuenta además que la versión digital, a la que se puede
acceder sin coste alguno, es ya más completa y extensa que la impresa?

La combinación de estas crisis está dando lugar a no pocas paradojas. La
primera es que, en una sociedad acelerada y permanentemente preocupada por
anticipar el futuro, como señala Daniel Innerarity en su libro *El futuro y
sus enemigos,* disponer de información fiable y de calidad es más importante
que nunca. Y de hecho circula una gran cantidad de información. Pero
mientras la necesidad de información crece, disminuye el número de
ciudadanos dispuestos a pagar por ella. Gracias a Internet, los diarios
tienen ahora una audiencia más amplia y extendida que nunca, pero grandes
dificultades para rentabilizar su trabajo periodístico. De hecho, en estos
momentos lo rentabilizan más las empresas tecnológicas que facilitan los
nuevos soportes y accesos que las que producen los contenidos. Lo cual no
parece sostenible.

Los editores se plantean un cambio de estrategia y sus foros hierven con
múltiples y diferentes propuestas. En mayo pasado se dio a conocer, por
ejemplo, el *Newspaper Economic Action Plan,* promovido por el American
Press Institute, que plantea distintas estrategias para afrontar las
transformaciones y rentabilizar los contenidos *online*. Algunos importantes
diarios se plantean implantar de nuevo un sistema de suscripciones para
poder acceder a los contenidos *online,* mientras otros exploran aplicar
algún sistema de micropago.

Pese a las incertidumbres, todos tienen claro que el futuro está en el
máximo desarrollo de la edición digital. También EL PAÍS, pues ésta es la
que le permite ampliar su audiencia en todo el mundo como nunca hubieran
soñado sus fundadores. Los periódicos más innovadores han iniciado ya la
transición hacia un nuevo modelo de producción que ha de convertirles en
proveedores de contenidos en múltiples soportes (papel, ordenador, teléfono,
libro electrónico, televisión, etcétera) y múltiples formas (impresa, en
audio, en vídeo). Periódicos como *The New York Times, The Guardian *o The
Washington Post están avanzando en el proceso de integración de sus
redacciones por diferentes vías, pero es *The Daily Telegraph* el que parece
haber llegado más lejos en la configuración de una redacción multimedia
preparada para ofrecer contenidos en todos los soportes.

También EL PAÍS ha iniciado el camino de la integración. Lydia Aguirre,
directora de El País.com, explica el objetivo: "Nos estamos transformando
para adaptarnos a la demanda de la sociedad. El reto es que los lectores
puedan recibir los contenidos que producimos donde quieran y de la forma que
quieran; que puedan recibir las noticias en diferentes soportes según sus
necesidades en función del lugar en el que estén y la vía que les resulte
más cómoda".

El modelo de redacción multimedia exige cambios importantes. El diario
impreso dispone de cierto tiempo para verificar y contrastar las
informaciones. El periódico digital incorpora la inmediatez de la radio y la
mentalidad de la agencia de noticias. A diferencia del papel, en el soporte
digital cabe todo lo que se quiera introducir. Dar la noticia lo más pronto
posible se convierte en un imperativo categórico, lo cual puede afectar a la
calidad de la información si no se establecen mecanismos de control de
calidad ágiles, pero también muy severos para contrarrestar el factor de
inseguridad que la prisa representa en periodismo.

Diferentes expertos con los que he coincidido estos días consideran que eso
requerirá no sólo reforzar los equipos humanos de las nuevas redacciones,
sino situar en los puestos clave de decisión a profesionales de gran
veteranía y amplios conocimientos. De modo que los periódicos que, a causa
de la crisis económica, se han decantado por prescindir de sus profesionales
más veteranos para reducir costes, tal vez los echen de menos muy pronto.

El futuro del periodismo exige cambios, y los lectores tienen mucho que
decir al respecto; por eso he querido hacerles partícipes, con esta breve
pincelada, del debate en el que están sumidas las redacciones. Les invito a
participar. A partir de septiembre, la Defensora dispondrá de un nuevo
espacio en la edición digital con el que me propongo intensificar el diálogo
entre la redacción y los lectores. Gracias por la ayuda que me han prestado
hasta ahora y que disfruten de sus vacaciones.


----------------------------------------------------
Normas para el correcto uso del correo electrónico:
                http://www.rediris.es/mail/estilo.html
----------------------------------------------------

Responder a