Nace Fortunata, una herramienta para la web semántica


        
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la
Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado Fortunata, un
conjunto de herramientas informáticas que permiten crear aplicaciones
web semánticas de manera sencilla.


UAM


                    

      

                                    
                    
                    

   
                                    
        
                    

            
    
    
    
                                        
                        
Prototipo de aplicación web semántica, desarrollado por G. Tummarello (DERI).
Permite visualizar la información semántica disponible en Internet,
seleccionarla, y mostrarla en páginas web personales. Más información
en sig.ma.
                    
                                    
                                    



                


El trabajo
de los investigadores de la UAM y la de UPM ha permitido crear un
conjunto de herramientas informáticas que facilitan el desarrollo de
este tipo de aplicaciones. Con estas herramientas, un desarrollador sin
conocimientos de las tecnologías de la web semántica puede crear
aplicaciones web que utilicen y generen datos semánticos. 
Los
resultados experimentales muestran que las aplicaciones web generadas
con esta infraestructura tienen un alto grado de usabilidad y son
satisfactorias para los usuarios, independientemente de su nivel de
conocimientos informáticos. Los beneficios de este tipo de aplicaciones
no son inmediatos, al igual que no lo fueron los primeros sitios web.
Se tiene que alcanzar cierta masa crítica a partir de la cual compense
la inversión tecnológica. 


En la actualidad, el volumen de datos
semánticos en la red es mucho menor que el volumen de documentos (no
semánticos), pero su calidad es indudablemente superior, y este tipo de
aplicaciones popularizan el uso de datos semánticos. En las
aplicaciones web desarrolladas con esta infraestructura no cambian en
apariencia o funcionalidad con respecto a las aplicaciones web
tradicionales, de forma que el usuario de estas aplicaciones no es
consciente de que está usando o generando información semántica.
Aunque
se ha avanzado mucho, aún queda mucho trabajo por hacer hasta que
podamos disfrutar de la web semántica de ámbito mundial que bosquejó el
padre de la Web. Aspectos como el procesamiento del lenguaje natural, o
la interacción con los datos semánticos, son de una complejidad muy
elevada y todavía no han salido de los laboratorios de investigación.
Un poco de paciencia, ya queda menos.


Una década después
Pronto
se cumplirán 10 años de la publicación del primer artículo de
divulgación en el que se describía la Web Semántica. En ese artículo,
firmado, entre otros, por Tim Berners-Lee,
el inventor de la Web, se describía una nueva web en la que las
aplicaciones eran capaces de entender nuestros deseos, expresados en
lenguaje natural, y facilitarnos la información solicitada de forma
rápida y eficiente. Desde entonces se han desarrollado varios
estándares internacionales, auténticos pilares tecnológicos sobre los
que se asentará la web del futuro.
La web actual contiene decenas
de miles de millones de documentos en diversos formatos. Para poder
buscar la información contenida en estos documentos se dispone de
buscadores, como el de Google, con tiempos de respuesta de décimas de
segundo. Pero los buscadores tienen limitaciones. Un ejemplo: si usted
quiere buscar “libros de García Márquez”, la simple introducción de
este texto en su buscador favorito le llevará a diversos documentos con
la información deseada. Sin embargo, si quisiera saber “qué libros
mencionan alguno de los libros de García Márquez” la respuesta será muy
distinta… y errónea. ¿El motivo?, los buscadores no entienden la
semántica de la pregunta. De hecho, ni siquiera los programas que
indexan los documentos de la Web “entienden” la semántica de dichos
documentos. 
Las búsquedas actuales se basan en “palabras
clave”. Estos programas escrutan la red a la búsqueda de nuevos
documentos, pero no tratan de “entenderlos” sino que se limitan a
extraer sus palabras, bien es cierto que de forma muy eficiente.
Aunque
ya se dispone de estándares para dotar de semántica a los datos, y
recientemente se ha estandarizado la forma de consultar estos datos
semánticos, aún es muy complejo crear aplicaciones web que utilicen y
generen datos semánticos.



Fuente: 
Universidad Autónoma de MadridRaquel Alcántara Blanca - Documentalista
 
            
                                          
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Los archivos de IWETEL  pueden ser consultados en: 
                http://listserv.rediris.es/archives/iwetel.html
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