Interesantísimo debate.
La aportación de Enrique Cano me parece muy acertada. Y la recopilación de
Micol Lagarde, curiosísima.
En cuanto a seguir la legalidad o no, me parece que los que trabajemos
como funcionarios tenemos que cumplir la ley (aunque, en un caso como el
de Guadalajara, preferiría cambiar la programación en lugar de pagar...).
Pero en el ámbito personal, estoy convencida de que la insumisión
generalizada puede ser la manera de que las leyes cambien. Eso sí, los
insumisos corren riesgos (no hace tanto que algunos varones españoles
cumplieron condena de prisión por insumisos, poco antes de que
desapareciera el servicio militar obligatorio).
Con respecto al mensaje de Conchi Soria, le aclaro que en el texto de la
ley que pegas en tu mensaje, quedan excluidas del canon, o sea, libres
para prestar SÓLO LAS BIBLIOTECAS DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS. Las
bibliotecas universitarias, por ejemplo. Por eso el problema se plantea en
las bibliotecas públicas, que no quedan exentas, y a las que se les aplica
el canon por ley.
Aprovecho para felicitar a Blanca Calvo, por su activismo en contra del
préstamo de pago. Me parece que ese es el camino para cambiar leyes que
consideramos injustas, y que en unos tiempos de pasividad en los que mucha
gente cree que la democracia consiste en votar cada cuatro años, se
necesitan personas activas que despierten nuestras conciencias y nos
animen a reaccionar.
Saludos a todos.
Mª Victoria Peláez Morales
Málaga


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