DECLARACIÓN DEL PARTIDO DE LA IZQUIERDA NACIONAL ANTE LA RENUNCIA DE RODRÍGUEZ SAÁ Y LA ASUNCIÓN DE DUHALDE
La asunción de Eduardo Duhalde en reemplazo de Rodríguez Sáa constituye un verdadero golpe de Estado que encarrila la política argentina por los viejos senderos del hambre y la dependencia. La tentativa del ex gobernador puntano de oxigenar hasta cierto punto la atmósfera con medidas como el no pago de la deuda, su investigación parlamentaria, y otras, ha terminado en el tacho de basura gracias a la traición de los Caínes del ex Partido Justicialista. De esta infamia se salvan algunos pocos legisladores como Francisco "Barba" Gutiérrez, Alicia Castro o Monteagudo. Por su parte, el profesor Daniel Carboneto selló su complicidad con el ex vicepresidente de Menem al votarlo sin sonrojarse para la primera magistratura que las urnas le habían negado en octubre del 99. Cuídese el padre Farinello de esa raza de tecnócratas. El grueso de los honorables legisladores descansa tranquilo y satisfecho pues sabe que no diezmará sus bolsillos el tope de 3.000 pesos por funcionario que pretendió Rodríguez Sáa y que sus autos oficiales y otras canongías están convenientemente asegurados. En cuanto a los jubilados y empleados públicos no se les restituye el 13 por ciento que les robó Cavallo. Más aún, la devaluación que hoy jueves 3 de enero se anticipa significará un nuevo saqueo a sus escuálidos ingresos. Que el peso estaba perversamente devaluado era algo que sabían estos personajes de la Argentina oficial. Pero nadie lo decía, estaba prohibido, porque quienes les pagaban -a ellos y a los periodistas mendaces- medraron durante diez años con el desempleo, el hambre, los cierres y la extranjerización de la economía. Cuando la situación se hizo insostenible, devaluaron contra los trabajadores y el pueblo, en lugar de hacer pagar a los bancos, el gran capital y los especuladores internos y externos que engordaron con nuestra sangre y pisotearon la soberanía nacional. Pesó más contra Rodríguez Sáa la equivocada convocatoria de Carlos Grosso que la apertura de su despacho a las Madres de Plaza de Mayo, a los líderes piqueteros y a los propios representantes sindicales. A tanto llega cierta gazmoñería del moralismo pequeño burgués . En cuanto a la jefatura sindical, atronó con sus aplausos los anuncios de elevación del salario mínimo, la derogación de la ley laboral o el restablecimiento de los convenios. Pero se mandó guardar, con elocuente silencio, cuando la piqueta demolió al presidente “demagogo” que no supo, no pudo, no quiso o careció de tiempo para apelar directamente a los trabajadores y al conjunto del pueblo contra el contubernio que lo cercaba. Caudillos sindicales de una vieja epoca, son incapaces de vislumbrar la marcha hacia el poder dese abajo . Necesitan aferrarse al poder ya constituído. Pero Perón ya no está en la Rosada, recorrida por las ratas de un movimiento en descomposición, solícitas de una unidad (anti) nacional con todos los rezagos de la viaja Argentina: el Partido Unico de la Dependencia. Duhalde nos devuelve a la normalidad, es decir, a la crisis, el hambre y el desempleo. Pero otra tormenta se cierne sobre los felices triunfadores. Los ecos del cacerolazo perturban sus oídos como las trompetas del Juicio Final. Se ha abierto una instancia difícil de silenciar. El pueblo vuelve a sus acrecentadas protestas inmediatas, mientras presencia absorto el espectáculo. Socialistas de la izquierda nacional, nos sumergimos en estas nuevas batallas de las que el pueblo argentino y la clase trabajadora, emergerán hacia inéditas conquistas revolucionarias. _______________________________________________ Leninist-International mailing list [EMAIL PROTECTED] To change your options or unsubscribe go to: http://lists.econ.utah.edu/mailman/listinfo/leninist-international