Hola,
Es afortunado encontrar en los textos definiciones
de las ideas del autor como en el caso del texto abajo. Pero también
es cierto que las definiciones suelen ser incompletas, transitorias,
coyunturales......
Ligia
Revista Semana de septiembre
13,04. Edición 1167 Secretos
Por
Hernando Gómez Buendía
Mientras Colombia decide si
su futuro está en el TLC o en achicar el déficit fiscal, no sobra echar una
mirada a los países serios para ver cómo lo hicieron. La cosa, después de todo,
está hoy bastante más clara de lo que antes parecía. El desarrollo consiste en
usar el saber para ser más productivos, en que la sociedad aplique más y más
tecnología. Esto no significa que el obrero sea un genio, sino que su oficio
esté bien diseñado. El país se organiza para crear saber, aplicar el saber y
adaptarse a los cambios de saber. Por eso la investigación científica y
tecnológica, la educación para el trabajo y la constante adaptación o
'ingeniería' social son la primera clave del desarrollo. Y al revés. El subdesarrollo
consiste en que abunda el trabajo improductivo, en que la gente se desperdicia
porque está organizada para cosas distintas del saber (para mantener la
tradición, para explotar al de abajo, para gloria de Dios...). Aquí entonces la
ciencia es marginal, la educación es retórica y no hay ingeniería sino inercia
social. Apropiación de saber es lo
que explica los cambios económicos de gran calado: la adopción de la agricultura
hace miles de años, la fábrica como modo de producción en el siglo XIX, la
informática, la genética y demás 'industrias de inteligencia' en este siglo XXI.
La apropiación del saber también explica los auges económicos recientes: el de
Japón en los años 70, el de los tigres asiáticos en los 80, el de USA y su
'Nueva Economía' en los 90, o el de hoy en la China y en la India.
Para que el desarrollo se
sostenga, sin embargo, es necesario aprovechar el potencial de todos. Por eso
los países exitosos incorporaron toda su población al ciclo productivo. Esta
simpleza implica nutrición, salud, educación y, en especial, motivación para las
clases populares. O sea que, contra lo que
escribe tanto yuppie, la equidad es una condición y no un estorbo para que pueda
crecer la economía. Hay sí dos modos de incluir a los sectores populares: la
seguridad social universal o la igualdad de oportunidades:
-Europa occidental creció a
partir y no a pesar del 'Estado benefactor' que construyó después de la Segunda
Guerra. El milagro escandinavo se debió a la decisión de no dejar atrás a ningún
ciudadano. En Japón o Corea no es el Estado sino la corporación la que garantiza
el bienestar duradero de los suyos. -Estados Unidos, al
contrario, es un país muy desigual, con pobreza extendida y sin seguridad social
universal. Pero tiene el sistema más abierto al ascenso económico y social de
los de abajo. Es en efecto el land of opportunity, donde toda persona cuenta con
los medios para cultivar y explotar sus talentos. Esta igualdad real de
oportunidades mantiene el acicate de la competencia e incluso hace que este país
aventaje a Europa y Japón, donde el Estado benefactor es una causa de
arteriosclerosis. Lo cual nos trae al tercer
secreto de los países serios: un sector privado fuerte, diverso, independiente.
Contra lo que siguen diciendo los mamertos, el monopolio estatal y la
planificación central no empujan sino que abortan el crecimiento. El mercado es
el motor del desarrollo, y lo es por una razón elemental: porque, igual que en
biología, sobreviven los más aptos, las empresas y productos mejores o más
baratos. La clave es que compitan
muchos, de suerte que 'el más apto' sea excelente de veras. Por eso el
capitalismo de compinches, donde el gobierno reparte licitaciones entre un
grupito de amigos, termina siempre en fracasos, como cada rato pasa en Asia o en
América Latina. Pero el mercado no funciona
en el vacío, sino que necesita del Estado como garante de sus instituciones: el
derecho de propiedad, el contrato de trabajo, el crédito bancario... El Estado
además debe velar por la competencia, asegurar la equidad y proveer los bienes
que no provee el mercado (policía, carreteras...). Así que los países serios no
han 'desmontado' al Estado. ¿O usted cree que son pocos los poderes del Estado
sueco, el japonés, el inglés o, si a eso vamos, del norteamericano?
La ruta es conocimiento, inclusión social, competencia y Estado fuerte. Si avanzáramos en esa dirección, algún día llegaríamos. Pero a nosotros lo urgente no nos deja hacer, o siquiera pensar, en lo importante. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ligia Parra-Esteban. Directora Fundación Voc de Investigación de la Comunicación Entre Científicos. http://mox.uniandes.edu.co/voc Luis H. Blanco. Secretario de la Junta Directiva. Laboratorio de Investigaciones Básicas. Ciudad Universitaria. Unidad Camilo Torres. Bogotá. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------. |