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  Cámara comestible
Ilustración: Andrés García
 
Octubre 2 de 2004
Claro que chip, doctor: la medicina entra en la era virtual

Para comprobarlo, conozca una cámara que se traga, un celular para diabéticos, autopsias sin abrir el cadáver, corazones virtuales...

Cámara comestible

Es como comerse una menta sin masticarla. Solo hay que superar el susto de pasarse entera una cámara de fotos que baja por el esófago, supera el estómago y llega al intestino delgado donde toma 30 imágenes de video por segundo. La cápsula endoscópica, con sus 2,3 centímetros de largo y un centímetro de diámetro, es como un reportero gráfico de los bajos fondos humanos, dedicada a registrar lo nunca antes visto. Porque mientras retrata los 6 metros de zonas sombrías del intestino delgado en su viaje entre el duodeno y el íleon, y pasa por enzimas y glándulas, descubre áreas a las que ni la endoscopia tradicional ni la colonoscopia habían logrado acceder. Lo mejor es que sale invicta (es un decir) al otro lado después de cumplir su misión. Por supuesto, sirve solo una vez. La endoscopia capsular, como la llaman, es una maravilla de la salud virtual y un avance científico que promete que la tortura de ir al médico sea menos dolorosa e invasiva que antes. Si se piensa que la inflamación del intestino afecta a un millón de estadounidenses, se entenderá que es preferible tragarse la cámara.

En el país solo la tiene la unidad de gastroenterología de la Clínica de Marly.  Esta endoscopia vale 5 millones de pesos. 

El ‘diabeticular’

O hablar por teléfono. En Corea ya existe el teléfono móvil para diabéticos, un aparato que tiene en la batería una especie de medidor del nivel de azúcar en la sangre, que luego aparece en la pantalla. Con el celular, el diabético se conecta a una base de datos que le recuerda los niveles de azúcar pasados, y le dice qué ejercicio debe hacer, qué dieta consumir y qué medicinas tomar.

La ventaja del ‘diabeticular’ de Medical Guard Diabetes es que los pacientes controlan su enfermedad en cualquier lugar. Pero hay más.

Ya hay hospitales en Europa y Estados Unidos que utilizan fotografías enviadas por celular para hacer un seguimiento postquirúrgico a los pacientes operados. Ellos simplemente se toman una nada estética foto del área lesionada, la mandan a su médico y este da instrucciones a distancia.

Hace apenas tres semanas fue lanzado en España. Aún no ha llegado al país. El servicio cuesta solo 6 euros (18 mil pesos) adicionales al uso del celular.

Autopsia sin bisturí

Lo curioso es que la idea de no molestar a los vivos también llegó a los muertos. Ahora existe la autopsia virtual (virtopsia), que une dos técnicas (tomografía axial computarizada y resonancia magnética) para examinar el interior del cadáver, y otra palabra de pronunciación difícil (espectroscopia por resonancia), para determinar la hora de su muerte.

“La autopsia virtual no destruye las evidencias forenses y puede emplearse en culturas y situaciones donde no se acepta”, dijo un médico suizo a cargo del proyecto. Sin embargo, faltan al menos diez años para que se imponga en el mundo y los muertos descansen en completa paz.

Por ahora es experimental. www.virtopsy.com

Consulta cibernética

Por ahora, lo más cercano a ese engendro es Internet. Según una investigación del hospital de Iowa (Estados Unidos), ahora los médicos, junto a la fórmula, recomiendan páginas para que sus pacientes se orienten mejor en la red. El estudio asegura que los galenos prescriben información como si fuera droga: documentación para que la gente se cure mejor.

De hecho, en octubre se lanzará la primera revista médica científica gratis, llamada PLoS Medicine. Estará en la red, abierta al público para que la ciencia llegue a todos, y no solo a los que pueden pagar la suscripción. PloS significa Public Library of Science (Biblioteca Pública de Ciencia).

www.plosmedicine.org/medicine

Un falso corazón

Hay más avances, como el corazón virtual, una maravilla que late apresurada como si estuviera viva, y que pasa del pálpito furioso de un recién enamorado al ahogado latir de un moribundo.

Este corazón, ideado por Denis Noble, de la Universidad de Oxford, ejecuta 30 millones de ecuaciones y si se le mira con un microscopio, se ve que tiene más de un millón de células que siguen procesos bioquímicos complejos, y que además tiene bombas, canales, tejidos que parecen reales y suministro de sangre. El corazón virtual es tan real que solo le falta latir cuando pase a su lado una enfermera en minifalda.

Gracias a esta bomba humana se pueden simular palpitaciones irregulares, aprender a prevenir ataques y ver cómo reaccionan las medicinas, sin necesidad de ensayar en humanos. Es tal su realismo que el profesor Noble asegura que en un par de años unirá pulmones y otros órganos al corazón para crear una especie de Frankenstein electrónico que se comporte como una persona enferma de verdad.

En etapa experimental. www.physiome.org

Psicología en pantalla

En general, la tecnología facilita la salud. Ahora los médicos usan los mensajes de texto para recordarles a sus pacientes cuándo ir a consulta. En la Universidad de Psicología de Milán (Italia), Emilia Bielli los usó cuando les envió preguntas a 97 pacientes enfermos de cáncer para conocer su nivel de dolor. Dio resultado.

Efectivo también ha sido borrar el miedo a volar, el estrés o las fobias por medio de programas de computador, en un fenómeno llamado telepsicología. Ya se han desarrollado programas interactivos para vencer el temor a hablar en público o superar el trauma del ataque contra las torres gemelas. El mecanismo es sencillo: se recrean virtualmente las imágenes para enfrentar el trastorno.

http://www.previsl.com/es

A la vuelta del futuro

Solo falta que llegue a la medicina la inteligencia ambiental, que se verá en forma de trajes que evalúan el estado físico de cada persona; del telespirómetro, para combatir el asma, y que ya fue ensayado en el Everest; de chips bajo la piel desarrollado por la Universidad de Ohio (Estados Unidos), y que envía datos sobre la presión y los latidos del corazón; o de las  tarjetas digitales con los datos del individuo y una representación detallada y exacta del organismo de cada persona, que se actualizará con el tiempo, como si envejeciera con uno. Será como un inseparable espía gemelo forrado en plástico.

Médicos marcan tarjeta

Una paz que perderán los médicos. Porque también ellos estarán fichados por la tecnología. Cuando asistan a congresos de medicina, la tarjeta con su nombre tendrá un chip que reportará en qué lugar están. Así se decidirá si se les concede el certificado de asistencia o si se les reprime por fallas. Según el diario El Mundo, de España, el sistema se usará este mes en el congreso de la Sociedad Española de Medicina Rural. Un computador dará el diploma solo a los que hayan estado en la sala más del 80 por ciento del tiempo.

Se aplica desde el 2003 en congresos médicos, pero aún no en Colombia.

ENRIQUE PATIÑO
Redactor de EL TIEMPO 


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Ligia Parra-Esteban.  Directora
Fundación Voc de Investigación de la Comunicación Entre Científicos.
http://mox.uniandes.edu.co/voc
Luis H.  Blanco.  Secretario de la Junta Directiva.
Laboratorio de Investigaciones Básicas.  Ciudad Universitaria.  Unidad Camilo Torres.  Bogotá.
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