Hola,

Listas latinoamericanas de humanistas y otros tipos de investigadores no pueden ignorar este tipo de acontecimientos sobre la región, creo.

A menos que la lista tenga un dueño, moderador o manda más, creo.

Ligia

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‘Mujer, socialista, separada y agnóstica’

"Soy mujer, socialista, separada y agnóstica. Junto cuatro pecados capitales. Pero vamos a trabajar bien…". Quien así se presentó ante la cúpula militar chilena, en su primera reunión de trabajo, era Michelle Bachelet, la primera mujer ministra de Defensa en la historia latinoamericana.

Treinta años antes, recuerdan sus compañeras de prisión, hizo su entrada serena, con los ojos vendados, junto con su madre, a una celda de Villa Grimaldi, el centro secreto de la policía política de Augusto Pinochet, donde se perpetraron cientos de crímenes y miles de torturas. Pronto empezó a atenderlas, como médica, al regreso de las ‘sesiones’, una de las que, a fines de 1975, terminó con la violación generalizada de las presas.

Su padre, general de brigada, acababa de morir víctima de malos tratos infligidos por sus compañeros de milicia. Fue el encargado por Salvador Allende de abastecer de alimentos a la población civil. "Traición a la patria" fue el veredicto.

Desde el tejado de la Facultad de Medicina, Bachelet presenció el 11 de septiembre del 73 el bombardeo al Palacio de La Moneda. El fin de 16 años de democracia y de la esperanza de una militante socialista que pasó a la clandestinidad hasta el mediodía del 10 de enero de 1975, cuando fue detenida con su madre. Un año.

Luego partieron al exilio: Australia, luego Alemania Oriental, donde Michelle culminó su formación. En octubre del 82 regresó. Cirujana, pediatra, con mención en epidemiología, consultora de la Organización Panamericana de la Salud… Se le prohibió ejercer, por motivos políticos.

Los socialistas en el poder la llamaron al Ministerio de Salud. En el 2002, el presidente Ricardo Lagos le planteó otro reto enorme: el Ministerio de la Defensa. Diplomada en estrategia militar en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos e incluso en Defensa Continental en Washington, no le hizo ascos. Se encontraría cara a cara con residuales jefes de la dictadura, sin amargura ni resentimiento, pero sin olvido ni perdón. Pinochet era aún el ídolo de la derecha y persistía gran parte del estamento castrense.

En las inundaciones del 2002 el país la vio en la torreta de un blindado impartiendo órdenes. Surgió así el ‘fenómeno Bachelet’, que culminó con la designación como candidata de la Concertación. No parecía estar en la línea de salida por la Presidencia. Pero las bases la impusieron. Hoy los sondeos la dan como futura Presidenta.

Esta madre sola, de 54 años, parece hacer suya la sentencia de Benjamín Franklin: "Quien prima la seguridad sobre la libertad no tiene derecho ni a la una ni a la otra".

ANTONIO ALBIÑANA, analista internacional
Para EL TIEMPO
Desde SANTIAGO

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Ligia Parra-Esteban.  Directora
Fundación Voc de Investigación de la Comunicación Entre Científicos.
http://mox.uniandes.edu.co/voc
Luis H.  Blanco.  Secretario de la Junta Directiva.
Laboratorio de Investigaciones Básicas.  Ciudad Universitaria.  Unidad Camilo Torres.  Bogotá.
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