Hola.
Voy a citar algunos textos acerca de las capacidades comunicativas y lingüísticas de los simios de las investigaciones de Sue Savage-Rumbaugh tomadas de un artículo que se puede leer en linea, aunque en inglés. El artículo trata de una comparación entre el paradigma (modelo teórico) del procesado de información versus el paradigma de la interacción dinámica, pero, aunque interesante, no es en esto en lo que centro las citas sino en algunas descripciones de las capacidades de los bonobos. El artículo original es: Stuart Shanker and Barbara J. King, "The Emergence of a New Paradigm in Ape Language Research", que se puede leer (inglés) en: http://www.bbsonline.org/Preprints/Shanker/Referees/ Las citas del presente mensaje son sobre las habilidades con lexigramas de dos chimpances, bonobos, adultos, de nombres Sherman y Austin. En cuanto a las capacidades de usar lexigramas como *nombre* de cosas: CITA (Nota: cito traduciendo) Es significativo que Sherman y Austin [dos chimpaces bonobos] fueron muy comunicativos con Savage-Rumbaugh [Sue Savage-Rumbaugh la primatóloga que llevaba la investigación] desde el principio de la investigación. Ella informa que eran en especial sensibles a los sentimientos contenidos en su tono de voz y sus expresiones faciales, y que con frecuencia hacían gestos para comunicar sus deseos a ella (Savage-Rumbaugh 1986: 38, 56). Lo que no podían hacer muy bien, sin embargo, era emparejar lexigramas con objetos. Un experimentador les entrenaba en la asociación de un ítem de comida con un lexigrama y más tarde sostenía el ítem de comida y les preguntaba con qué lexigrama estaba asociado. Incluso aunque otros grandes simios han realizado bien esta tarea Sherman y Austin ambos mostraron considerable dificultad cuando tuvieron que elegir entre dos teclas, y a pesar de hacer más entrenamientos, fueron incapaces de acertar más que por casualidad si tenían que elegir entre tres teclas. Pero, se dio una progreso dramático cuando Savage-Rumbaugh cambio la tarea a una "tarea de pedir" en que el experimentador sostenía un ítem de comida que el chimpancé recibiría de inmediato si presionaba la tecla correcta. Ahora Sherman y Austin empezaron a hacer rápidos progresos en el emparejamiento entre lexigramas y objetos. Pero, si la espectativa de recibir un ítem de comida al presionar su lexigrama desaparecía su comportamiento de respuesta se volvía enseguida de nuevo fragmentado. Savage-Rumbaugh entonces intentó enseñar a Sherman y Austin la diferencia entre "pedir" y "nombrar" prescindiendo de manera gradual de las recompensas de comida. Desde su punto de vista, ocurrió un avance significativo cuando los simios empezaron a usar los lexigramas sin la expectativa de recibir una recompensa de comida. Ahora: «Cuando una tarea de entrenamiento había comenzado, en lugar de esperar a que el profesor pidiera que ciertos ítems fueran etiquetados, los chimpacés empezaron a nombrar ítems de manera espontánea y enseñar el ítem nombrado al profesor. Como los chimpacés decidían ellos mismos qué objetos eran los que serían nombrados y mostrados, también incorporaron muchos aspectos del papel del profesor en su propio comportamiento. Ellos iniciaban las pruebas, individualizaban objetos, y de manera activa emprendian comportamientos diseñados para llamar la atención del profesor a lo que estaban diciendo. Más aún, estos comportamientos indicativos, una vez hubieron aparecido, no se limitaron al contexto de entrenamiento (Savage-Rumbaugh 1986: 326)» En otras palabras, Sherma y Austin empezaron a mostrar comportamientos comunicativos que es normal ver en niños de un año de edad: ellos imitaban las acciones de Savage-Rumbaugh, y usaban los lexigramas de manera espontánea, en situaciones nuevas, para referirse a objetos, dirigir la atención de ella, y expresar sus intenciones. Tanto si tales acciones se dan o no en estado salvaje, estos eran sin duda nuevos comportamientos para ellos, y, así, como arguye Deacon, necesitamos explicar este desarrollo radical de su comportamiento. FIN DE LA CITA En cuanto a la consciencia de estar usando símbolos: CITA [...] los chimpances comenzaron a realizar actividades atípicas en gran manera, tales como compartir libremente las plantas de comidad de cada uno y usar el tablero de lexigramas para cooperar en complejas tareas para compartir comida. Por ejemplo, Savage-Rumbaugh los colocó en habitaciones adyacentes que habían sido separadas por una ventana de plexiglas transparente. En la habitación de Sherman había un cierto número de cajas, cada una conteniendo una comida diferente, y cada una precisando de un instrumento específico para ser abierta. Austin estaba en la otra habitación con todos los instrumentos. Él podía ver todas las clases de comida a través de la ventana, y señalaría a Sherman qué comida quería. Sherman respondía usando el tablero de lexigramas para contar a Austin qué instrumento necesitaba para abrir la caja. Austin seleccionaba el instrumento apropiado (por ejemplo, una llave o una palanca) y la pasaba por un pequeño agujero a Sherman. Sherman habría la caja correspondiente y pasaba la comida a Austin (comiéndose una porción por el camino). Con claridad aquí se hallaba envuelto mucho más que un comportamiento instrumental mutuo. [Pues,] Savage-Rumbaugh informa cómo "Consideraciones conjuntas, amplificación de los símbolos con gestos, y corrección espontánea de errores fueron comportamientos que emergieron de las interacciones interindividuales entre Sherman y Austin" (Savage-Rumbaugh 1986: 203). Los simios no estaban tan solo monitorizando el comportamiento del otro en orden a asegurar que su intención comunicativa había sido "decodificada" de manera correcta, y cuando este no era el caso, repitiendo o reforzando el comportamiento en cuestión. Más bien, como es el caso con niños que están aprendiendo sus primeras palabras, ellos estaban usando los lexigramas para "coordinar [su] gestión de una compleja tarea interaccional" (Taylor 1992:245). Ciertamente, empezaron incluso a corregirse asimismos, así como uno al otro. Por ejemplo, «en una caso Sherman de manera equivocada pidió una llave cuando una llave inglesa era lo apropiado para la tarea, y vió como Austin empezaba a mirar en la caja de herramientas en respuesta a su petición. Austin tomó una llave, y Sherman se mostró sorprendido, se volvió a mirar al teclado, que todavía mostraba la petición de "llave" que había hecho, y se dió cuenta de su error. Fue al teclado y se corrigió a si mismo dando golpes en el símbolo de llave inglesa para llamar la atención de Austin sobre el cambio de petición. Austin miró, vio lo que Sherman estaba haciendo, dejó la llave, y llevó la llave inglesa hasta la ventana para dársela a Sherman (Savage-Rumbaugh&Lewin 1994:82).» En otras palabras, Sherman y Austin habían llegado a un punto en que el investigador desea decir que: no solo eran capaces de entender el significado de los lexigramas que estaban usando, sino que eran incluso capaces de entender al otro usando lexigramas. El problema que Deacon y Savage-Rumbaugh están planteando, por tanto, es: ¿Qué justifica que para describir este comportamiento de Sherman y Austin lo hagamos en tales términos lingüísticos? FIN DE LA CITA Mi comentario, quizás las capacidades lingüísticas de los chimpances en la naturaleza se parezcan a las de Sherman y Austin, porque ¿cómo si no podrían haber aprendido algo de los investigadores humanos? Pues, en los seres humanos adultos el aprendizaje de un idioma depende de que posean ya un primer idioma, por esto pienso que sería de esperar que las habilidades de dos chimpances adultos para usar lexigramas dependan de habilidades que ya poseían. Un saludo cordial, mariano -------------------------------------------------------------------- IdeoLengua - Lista de Lingüistica e Idiomas Artificiales Suscríbase en [EMAIL PROTECTED] Informacion en http://ideolengua.cjb.net Desglose temático http://groups.yahoo.com/group/ideolengua/files/Administracion/top-ideol.htm Su uso de Yahoo! 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