10 de Abril de 2017.
Escribo esta carta como preocupación del tiempo presente a un tiempo futuro,
imaginemos quizás que han pasado, no sé, ¿20 años?.
Un día como hoy una persona estará leyendo en tiempo presente esta carta al
futuro.
Querido futuro compañero, son muchos los asuntos que nos preocupan este año
2017, como son las guerras, la política, el hambre, la violencia, las
enfermedades, el terrorismo, la superpoblación, el cambio climático y un
sin fin de grandes problemas más. Podría hablar de tantos temas que no
cabrían ni en un millón de cartas. Muchos de estos asuntos no están bajo
nuestro control, como lo son las enfermedades y/o la muerte, al menos por
ahora. Pero no estoy aquí para hablarte de aquello que no podemos controlar,
sino de lo que sí podemos controlar. Me gustaría hablarte de aquello con lo
que has construido gran parte de tu presente y mi futuro, el software.
Primero pedirte perdón por que no hemos podido evitar llegar a la situación
dónde te encuentras tú ahora. Quizás no seas consciente, vives tu día a
día con una correa atada a tu cuello, a la que te has acostumbrado a vivir y
ya no sientes la fuerza con la que te ahoga. El amo de esta no importa, lo
importante es que no puedes desatarla, no porque tengas a alguien
sujetándola, sino por que tú mismo has aprendido a vivir con ella y ahora
no sabes estar sin ella. No te culpes, simplemente te has dejado llevar de
forma obligada o no a este punto.
Estoy aquí para hablarte sobre esa correa que te aprieta pero te gusta.
Puedes imaginarte esa correa como un micro-chip implantado bajo tu piel en la
mano, o quizás lo has inhalado y no te has dado cuenta, o bien son esas
gafas que llevas, o quizás el dispositivo móvil que posees, da igual. A
pesar de los esfuerzos de algunos por defender la libertad, no ha sido
suficiente, no hemos podido cambiar la tendencia ni el sistema. Has aprendido
que los pagos se realizan con esta correa, a convivir con tecnología que
realiza gran parte de tu trabajo y vida, a que los datos que generas en tu
vida están en una gran nube, a que todo está hiperconectado a esa nube. Ya
no conduces, ni tienes problemas de aparcamiento, con un simple gesto el
vehículo viene a buscarte. Ya no escribes en un teclado, ahora tus
pensamientos se imprimen en una realidad virtual. Qué bien que ahora puedas
compartir con tus seres queridos todo aquello que te apetece y lo que no de
forma inmediata, pero seguramente también lo hagas con otros no tan
queridos.
Siento decirte que no hemos sabido crear estas tecnologías de forma libre.
No hemos logrado crear ningún componente de hardware que sea libre, ninguno
de aquellos viejos PC’s tenían piezas libres, y no por falta de poder,
sino de querer. En este tiempo todo funciona bajo el mando del egoísmo, de
la hipocresía, del mismo dinero que ahora tu llamas “créditos”, de
personas corruptas, de falta de moralidad y de conocimientos. A pesar de que
todos podíamos ofrecer algo para crear un mundo mejor, muy pocos ayudaron.
La gran mayoría podía haberse parado a pensar y rechazar aquello que le
perjudica, pero como en tu tiempo, la tendencia marca el futuro. Casi todos
podía haber ayudado donando algo de sus créditos para mejorar o cambiar tu
tiempo presente, pero creían mejor gastarlos en un café, un dispositivo no
libre, en una casa que no necesitaban y otras tantas cosas.
Probablemente te preguntes qué acciones hemos tomado a favor de mantener la
coherencia, la libertad y el bien común. Hay buenas noticias, si buscas en
lo profundo, podrás encontrar software que respeta tu libertad, quizás
esté obsoleto, o quizás cambió de nombre por abierto. En este caso no te
dejes engañar, aquello que es abierto puede que sólo sea para algunos, por
eso no es libre. Fuimos capaces de realizar mucho software que respetaba la
libertad, pero casi siempre dependíamos de empresas que no lo respetaban.
Aquellos que decían defender nuestro bien común resultó que defendían su
autointerés, impregnando todo aquello que tocaban en privativo, haciendo
más difícil mantener la coherencia, pero unos pocos fuimos capaces de
mantenernos, pero nos convertimos en parias.
En el tiempo pasado intentaba ponerme el sombrero negro para ver que se
podía mejorar e intentando que mis compañeros y personas en general les
impactara y pudieran reaccionar. Algunas de estas preguntas que les hacía
eran:
¿Cómo podemos crear una verdadera nube libre federada?
¿Cómo podemos organizarnos para crear hardware libre?
¿Cómo podemos hacer para que los demás compañeros donen recursos o lleven
a cabo ideas?
Los dispositivos móviles son la tendencia, ¿podemos hacer alguna cosa para
que sean libres?. ¿Podremos cambiar las leyes para que las empresas de
telefonía no nos espíen?. ¿Crear nosotros una?.
La inteligencia artificial es el futuro, ¿podremos hacer algo al respecto?.
Como gran pregunta, ¿cambiará la moralidad