LA MENTIRA Y LA DEMAGOGIA EN LA ADMINISTRACIÓN DE LAS FINANZAS PÚBLICAS A propósito de la intención de fortalecer con recursos estatales la Banca Privada
Por Alvaro Arnoldo Araya Alpízar I PARTE La crisis actual en la economía nacional ocurre pese a que expertos en la materia, como Ottón Solís Fallas, lo advertían desde el Año 2007 y más recientemente a principios del 2008. El enfoque macroeconómico, en lo cambiario, fiscal, presupuestario y en el manejo de la política de intercambio comercial sigue siendo el mismo, igual de irresponsable y contradictorio. Existe ausencia de una política macroeconómica orientada a crear equilibrios y balanzas entre lo que producimos y consumimos, con adecuada estrategia de redistribución de la riqueza, que nos encamina irremediablemente hacia una diferenciación mayor entre pobres y ricos, y lo que es peor, hacia la confirmación vía presupuesto- de la voluntad de las y los gobernantes de proteger las inversiones de los grandes capitalistas que son los menos, mientras se deja sin ningún aval y subsidio del Estado la protección de negocios de interés de las mayorías, como los del INS, SNAA o el ICE. Saben, ¿por qué? La premisa aquí es abrir todos los espacios posibles para que los más ricos y poderosos hagan sus grandes negocios haciéndole creer a la gente que todos nos beneficiamos. Y consecuentemente, en el marco de tanta mentira y demagogia acerca de la economía nacional, el anuncio del financiamiento con recursos del Estado de la Banca Privada, no nos debe tomar por sorpresa. Si bien las condiciones macroeconómicas externas e internas han cambiado a partir de la crisis energética y más recientemente con la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, también es cierto que previo en el país, las y los gobernantes actuaron con irresponsabilidad y lo siguen haciendo con propósitos demogógico-populistas. Se insiste en buscar soluciones circunstanciales de corto plazo, pateando uno a uno los grandes problemas macroeconómicos hacia delante, verdad que choca frontalmente con el discurso de prosperidad y desarrollo de los Arias, aunque ahora lo traten de vestir con los trajes de la responsabilidad de todos y todas. Así las cosas, ¿a quién le puede preocupar en el Gobierno que se ponga en blanco y negro esta historia de verdades, cuando tan solo están pensando en hacerle el trabajo político-electoral a una de las doncellas de su cuento de hadas? ¡Al fin y al cabo, la prioridad son las finanzas electorales y los banqueros privados son muy, pero muy dadivosos! Por el momento, la crisis crediticia bancaria se resolvió parcialmente con el otorgamiento de capital fresco a los Bancos del Estado, para que éstos continúen sus programas de crédito para la micro, pequeña y mediana empresa. Pero, como los grandes inversionistas privados tienen sus recursos en sus bancos, la medida no fue suficiente, pegaron el grito al cielo y la respuesta ha sido pronta y oportuna: el Estado les va a financiar sus pérdidas otorgando recursos en iguales condiciones que la Banca Estatal, por aquello de la igualdad en el uso de los recursos presupuestarios de todos. Definitivamente el cuento de la privatización como contrario al monstruo de la estatización y la crítica al Estado interventor-populista se cae cuando los mismos detractores del Estado, renuncian a las mentiras del libre comercio en materia de oferta y demanda, independencia, competitividad y desregulación financiera, para poner las manos y llenarse los bolsillos con la riqueza que producimos todos. ¿Quién se cree ese cuento, cuando de distribuir ganancias y pagar perdidas es el asunto? Tanta mentira y demagogia para destruir el Estado Solidario. Tanta ineptitud para administrar la política macroeconómica y utilizar los recursos del Estado en forma responsable y oportuna. Y si a eso le sumamos la falta de transparencia y por ende la corrupción en el manejo de asuntos y recursos de interés público que han caracterizado a esta Administración, entonces, ¿cómo no pensar en la existencia de muchos y variados negocios por debajo de la mesa en esto del financiamiento con recursos públicos de la Banca Privada? Los Arias son expertos en la mentira y en la manipulación de la opinión pública. El cinismo, la arrogancia y la soberbia de sus actuaciones, las estamos pagando y la pagaremos cada uno de nosotros. Mientras tanto, no debemos olvidar que cada colón que otorgarán los Arias a la Banca Privada, lo pagaremos entre todos y todos. Pero no se hagan ilusiones, ni piensen que los banqueros privados nos declararan a todos y cada uno de nosotros socios accionistas, como bien proponían los libertarios, cuando se hablaba de la forma de obtener beneficios de las ganancias de las empresas estatales. También, me trae a la mente aquello de cambiar bicicletas por automóviles último modelo... En tanto se estabilizan las perdidas de los banqueros privados las pagaremos solidariamente, pero las ganancias las seguirán disfrutando solo ellos y nada más que ellos. Entonces, ¿quién acepta el cuento del decreto sobre el interés nacional que se esgrime para financiar con recursos del Estado la Banca Privada? ¡Cualquier otro parecido con la demagogia esgrimida para promover el TLC, el Acueducto de Sardinal, las Crucitas no es mera suspicacia! "Grande es la coherencia, pero aún más grande la verdad, desde un punto de vista práctico, cuando se es consecuente siempre, sin dejar que el silencio venza la verdad". PD: Por motivos familiares no responderé correspondencia durante los próximos quince días.