Bueno Alexander, efectivamente don Pepe no "torcía brazos", pero se 
le olvida que en cambio "volaba guayabo".

Para vea que todo es del color del cristal con que se mira le envio 
estos comentarios del Sr. Julian Solano y del Sr. Enrque Gomariz.

Carlos Revilla
 
-

La diferencia fundamental en los albores del siglo XXI entre la 
socialdemocracia y la derecha antropófaga sigue siendo la lucha 
inclaudicable de nosotros los socialdemócratas contra la exclusión, 
por la justicia social y  ecológica.  He ahí lo que nos distancia y 
distanciará siempre de ellos en la época de la inevitable 
globalización y  de la inserción inteligente que debemos hacer ante 
las novísimas condiciones de la economía y cultura contemporáneas.
 
LOS FRUTOS DE LA APERTURA Y EL LIBRE - Y JUSTO - COMERCIO, DEBEN SER 
PARA TODOS.  Aquí el Estado sigue siendo insustituible y la política 
pública (gasto social y tributación progresiva) la herramienta para 
la búsqueda de la JUSTICIA Y LA EQUIDAD. Definitivamente la lucha 
contra las políticas -y los políticos - de derecha será inevitable 
una vez que los indudables frutos económicos del TLC empiecen a 
ingresar a nuestro país. La justicia tributaria, la defensa del medio 
ambiente - tenemos la mejor legislación del mundo en este campo pero 
nunca se ha cumplido a cabalidad -, la educación pública de calidad, 
y el cerrar hasta donde ello sea posible la brecha social, nos 
delimitarán el campo político del futuro próximo respecto a sectores 
oligarquicos reaccionarios y autistas que sueñan convertir a nuestra 
patria en una gran fábrica, con un estado mínimo y con acumulación 
insolente de ganacias del capital en detriemnto del trabajo.
 
Ni los socialdemócratas remozados - que creemos en la apertura -, ni 
los místificadores del gran modelo socialestatista que tantas 
bondades nos brindó en el pasado (bajo otras condiciones actualmente 
inexistentes para su indudable éxito), estamos de acuerdo con ello y 
en eso estamos juntos y nunca en coincidencia con la derecha. Dentro 
de los que estamos en favor del TLC (porque consideramos que su no 
aprobación sería catastrófica para el país) hay diferencias respecto 
al que hacer después, con los frutos económicos del mismo y ahí 
coincidiremos en mucho con compañeros del no (que cándidamente, en mi 
criterio, creen que el mal está en el tratado y que es posible 
mantener fuera al país de la corriente económica principal), y con 
los cuales compartimos la escencia socialdemócrata.
 
El error que nunca debemos cometer - y es el craso error de 
Lafontaine porque le impondrá siempre un techo muy bajo a su partido -
 es unirse a totalitarios y extremistas. El partido de Gregor Gysi es 
heredero del odiado FED, el estalinista partido de Walter Ulbrich y 
Erick Honecker de la Alemania Policial del Este y cuyo recuerdo 
produce tantos escalofríos en la mayoría de los alemanes como el 
nazismo.Los socialdemócratas ticos debemos ser creativos y ser 
siempre VANGUARDIA en las luchas de ideas y en las acciones políticas 
y nunca, "cabús" de la derecha antropófaga ni de la izquierda 
antidemocrática.   

Julian Solano
 
-
 
LA IZQUIERDA VIEJA Y NUEVA

He leido con atención el artículo de Sergio Moya sobre
las nuevas izquierdas europeas y creo que merece una
respuesta. Ante todo, me parece que lo que resulta
evidente es el deseo del autor por buscar una forma de
mantener en pié la izquierda, cosa muy loable si se
tiene esa sensibilidad política, pero el texto es de
una parcialidad exquisita. Parece hecho con un fino
bisturí para recortar aquellas experiencias que nos
alientan y no la realidad completa. Si hay que
aprender algo de la realidad, mejor la miramos entera
no vayamos a dibujar una autojustificación.
 
Veamos, si la izquierda europea pudiera poner un
ejemplo de lo que Sergio sugiere: herencia del
movimiento obrero, feminismo y ecologismo
antiglobalizador, no tendría que buscar demasiado. Eso
fue precisamente lo que le ofreció al electorado
frances el Partido Socialista y su candidata. Pues
bien, la derrota ha sido sonada.
 
La primera cuestión que Sergio tiene que responder no
es del lado de la oferta sino de la demanda del
sistema político. En Francia, el electorado no se ha
confundido ni un milimetro: el nuevo presidente es el
ministro de seguridad que enfrentó las revueltas
diciendo que estaba dispuesto a domesticar a la
chusma. Nadie se equivocó de quien era el candidato a
la Presidencia.
 
Pues bien, por decirlo brevemente, el electorado
frances le ha dado la razón: quiere control de la
migración y no quiere inseguridad en las calles;
quiere crecimiento económico y empleo; ya está un
poquito cansado del feminismo mujerista, que solo
piensa en las mujeres y les importa un bledo el
conjunto de la sociedad. Y así, con verdades a medias,
le dijo un claro NO a la candidata del PS frances.
 
Coincido con Julian acerca de que las alianzas con la
izquierda no democrática que esta haciendo Lafontaine
son pan para hoy y hambre para mañana.
 
Por otro lado, el laborismo británico no parece
rechazar la linea general de la Tercera Vía, aunque no
quiere más alianzas guerreristas, tipo Blair.
 
Quiero decir que la realidad es más compleja de como
nos gustaría. Pero hay algo que definivamente aclara
las cosas: ¿estamos claros que la única forma que
tenemos de transformar la realidad es cambiando las
mayorías a nuestro favor, respetando las reglas
democráticas del juego?
 
Entonces, el problema en Europa no es tanto de oferta
como de estado de la opinión pública. LO siento, pero
me parece evidente que la corriente de opinión en
Europa esta mayoritariamente a la derecha. Sólo en
Italia y España hay una división de la opinión pública
practicamente a la mitad. En la mayoría de los
restantes países europeos la opinión pública esta
mayoritariamente a la derecha. 
 
La explicación del hecho es también compleja. Por un
lado, refiere a que todavía no se superó del todo la
hegemonía neoliberal de los ochenta y noventa. Por
otro, que la propuesta de la izquierda contiene
errores de calculo y sustantivos, que hacen que las
mayorías no se sientan agusto. 
 
Y respecto a esto último creo que el tema de la
relación con las minorías radicales es un asunto
crucial. Estando la opinión pública como está, me
parece un error las alianzas con las minorías
radicales, que ofrecen mucha efervescencia militante,
pero que nos hacen perder las elecciones (como al PS
frances y quien sabe si al PSOE). 
 
La izquierda que quiera cambiar la cosmovisión de la
gente a favor de propuestas que profundicen la
justicia social y la democracia, debe ser una
izquierda democrática autónoma, que piense en el
conjunto de la sociedad y no en ir satisfaciendo a
cada minoría social y política. 
 
Insisto: la izquierda democrática debe alejarse de las
tentaciones neoliberales con rigor, pero no menos
rigor tiene que tener para evitar las tentaciones de
aliarse con la izquierda no democrática, el feminismo
radical o los globalifóbicos. La izquierda democrática
debe pensar por si misma y mantenerse firme en ello.
Desde luego, no se trata de cambiar sus valores porque
las mayorías todavía estan a la derecha, pero hay que
saber como lograr la hegemonia política para el cambio
por la vía democrática y pensando siempre en el
conjunto de la sociedad. La izquierda democrática debe
mostrar que no es neoliberal ni globalifóbica ¿Es tan
dificil? Y quizas, si las circunstancias lo exigen,
debe estar dispuesta a negociar a ambas bandas. Pero
sólo si las circunstancias lo exigen, y sin dejar de
mostrar claramente sus señas de identidad, que son
diferentes de unos y otros.
 
Un saludo,
Enrique Gomáriz

--- En CR-denuncia@gruposyahoo.com, Alexander "Rodrÿffffffffffedguez" 
<[EMAIL PROTECTED]> escribió:
>
>   Don Pepe y el Comercio Mundial, la versión completa  Columnista 
huésped | Julio 29, 2007 | 1437 palabras 
>      Por Mariano Figueres Olsen 
>   No tengo ninguna duda sobre el enorme cariño y compañerismo de 
don Carlos Manuel Vicente con Don Pepe. Los vi amigos, en las buenas 
y en las malas, como debe ser. Se tenían confianza, a tal punto, que 
Don Pepe cariñosamente y en público se refería a su amigo como "El 
Malo Vicente". Tampoco tengo dudas sobre la leal militancia de don 
Carlos Manuel dentro del PLN, ni de su larga y valiosa trayectoria en 
el mismo, aunque hoy, hasta para el más perico de los pericos, ese 
partido secuestrado ya no sea el mismo. Tampoco tengo duda de la 
importancia que tiene, lo que hoy podría pensarse que sería la 
posición de Don Pepe sobre la presente encrucijada nacional. Por eso 
entiendo, que le pidan de la jefatura del régimen actual esas letras 
a don Carlos Manuel, y a otros más. Dije entiendo, lo cual no tiene 
nada que ver con aceptar pasivamente. Lo que no se vale, con el mayor 
de los respetos para don Carlos Manuel, es sacar las cosas de 
contexto, y menos aún, para complacer a los
>  filibusteros que quieren tratar de seguir engañando mediáticamente 
al pueblo de Costa Rica, con la majadería del nefasto TLC. Es que 
cualquier intento, que sea honesto, por interpretar lo que Don Pepe 
diría hoy sobre este tema, necesariamente debe incluir de manera 
integral lo que Don Pepe planteaba en el tema de comercio 
internacional dentro del modelo de desarrollo nacional. Decir que una 
carta, fuera de contexto, expone el pensamiento de Don Pepe sobre el 
tema de comercio, es en el mejor de los casos irrespetuoso con Don 
Pepe y con la historia. Si a pesar de su cariño y cercanía con Don 
Pepe, no lo llegaron a entender, lo cual me sorprende, con gusto acá 
en La Lucha podemos darles unas clases.
>   Veamos. Claro que Don Pepe proponía que "convendría establecer un 
solo mercado mundial para el comercio", y abogaba por el comercio 
internacional al igual que lo hacemos quienes nos oponemos al TLC. 
Pero además, Don Pepe se oponía al comercio injusto, atacaba con 
vehemencia "el deterioro de los términos de intercambio" entre las 
naciones, y planteaba la necesidad de lo que hoy se llama comercio 
justo. Le decía a los estadounidenses que "Esta injusticia contra 
nuestros pueblos, y esta actitud suicida contra vuestro propio 
crecimiento, se sigue practicando en nombre de uno de los lemas 
empedernidos: comercio libre". Don Pepe señalaba que "La mayor causa 
(aunque no la única) del subdesarrollo de nuestras Repúblicas es la 
falta de equidad del comercio con el mundo industrial. Debiera 
establecerse como principio universal que, cuando un número de 
pueblos comercian entre sí, probando su recíproca dependencia, todos 
tienen derecho a igual compensación por su trabajo y por sus
>  recursos nacionales". Por eso, en ese contexto, es que proclamaba 
que "nos llamamos socialdemócratas quienes, estudiando las ciencias 
económicas a medida que avanzan, tratamos de aplicarlas con un 
criterio social". Ojo, "con criterio social". Y sí, decía que "Uno de 
los mejores instrumentos de paz es el comercio", precisamente porque 
el comercio justo mejora las condiciones de vida de ambos lados, y 
porque la verdadera libertad se fundamenta en "desarrollo económico 
con justicia social". Contexto señores, contexto.
>   Algunos amigos empresarios del Sí me enviaron el artículo firmado 
por don Carlos Manuel a manera de reto. A ellos les recuerdo y aclaro 
que Don Pepe siempre defendió al empresario nacional, lo defendía 
como el generador de la riqueza nacional, y a la vez, le exigía tener 
conciencia social. Es que solo así es sostenible el sistema! O 
¿piensan que pueden sobrevivir en barrios de acceso vigilado, con 
carros blindados y seguridad personal? ¿Y nuestros hijos? Duele, 
¿verdad? El modelo de Don Pepe era una democracia social (aunque en 
medio de la guerra fría nadie se atreviera a decirle así), 
fundamentado en la solidaridad, la equidad, y el bienestar del mayor 
número, entre otras cosas porque era un modelo sostenible, y lo fue, 
con mucho éxito, hasta que los intereses económicos sin conciencia 
social lo descarrilaron, y ahora lo quieren terminar de desbaratar 
con la consolidación de un modelo equivocado hoy llamado TLC.
>   Claro que Don Pepe decía, y en especial en medio de la guerra 
fría, que "En la rivalidad mundial que hoy encabezan las dos mayores 
potencias, nosotros pertenecemos al grupo de OccidenteÂ…" y que "Hemos 
sido modestos aliados de Norteamérica desde la Primera Guerra 
Mundial, y estamos dispuestos a seguir siéndolo". Los patriotas que 
defienden a Costa Rica contra el TLC no están por declararle la 
guerra a los EEUU. En muchas cosas seguimos siendo sus aliados, 
y "estamos dispuestos a seguir siéndolo", pero aliado no quiere decir 
anexado, al menos en el diccionario que usamos en La Lucha. Aliado y 
hasta socio comercial no quiere decir ser entregado, ni ser tontito, 
y recordamos a Don Pepe alertando que "… nos resiente la pretensión 
de algunas especulaciones que aseguran tener por motivo en sus 
inversiones extranjeras el mejoramiento económico de nuestros países. 
Un poco más, y se considerarán filántropos. El único objeto en la 
mayoría de los negocios es ganar dinero, y nuestro
>  desarrollo económico es solamente una dudosa consecuencia. 
Desconfiamos de las gentes que dicen estar dispuestas a `correr 
riesgos'. Lo que quieren son negocios gordos". Por eso Don Pepe 
sostenía que el Estado debía apoyar al empresario nacional, el 
creador de riqueza que sustentara económicamente la distribución de 
oportunidades, el empresario de conciencia social. Y no por que esa 
práctica viniera de una "buena persona", si no porque era y es la 
mejor inversión para hacer al sistema sostenible.
>   Volviendo al tema del comercio, el problema es que el TLC lo que 
menos tiene es de comercio, su progreso es para unos pocos, y no 
tiene nada de reparto social. ¿Quién se imagina a Don Pepe apoyando 
el TLC, torciendo brazos (o quien sabe qué más) en la Sala Cuarta y 
el Tribunal Supremo de Elecciones, si Don Pepe nos dejó la 
independencia de los Poderes del Estado? ¿Quién puede visualizar a 
Don Pepe apoyando la Ley UPOV, cuando Don Pepe vivió, trabajó, luchó, 
y pidió ser enterrado entre sus hermanos campesinos nacionales? 
¿Quién se puede atrever a decir que Don Pepe estaría convirtiendo el 
CNP que fundó, en una oficina comercial al servicio de grandes 
exportadores dentro de un modelo peligrosamente concentrador de 
riqueza? ¿Quién comete el irrespeto de decir que Don Pepe, tan gran 
humanista, estaría poniendo el comercio por encima de la vida? ¿Quién 
tiene la osadía de plantear que Don Pepe estaría "abriendo" las 
Instituciones del Estado, como el INS, la CCSS, cuando el
>  entendía que algunas actividades son en nuestro medio 
necesariamente monopolio natural, y en ese caso es mejor que sean de 
todos los costarricenses, y cuando Don Pepe declaraba que "No somos 
localistas. Pero nos negamos a entregar a compañías privadas 
extranjeras el control de nuestros servicios públicos, que 
constituyen un sector importante de nuestra soberanía económica, y 
que no deben ser objeto de lucro sino de bien común"?
>   Yo les puedo decir quien. Solo alguien que no lo haya entendido, 
o alguien que apenas sea figuerista diluido, o del todo no sea 
figuerista.
>   Mejor digan la verdad del porqué quieren su TLC. Si quieren dar 
testimonio, denlo de algo verdadero. No ensucien el nombre de Don 
Pepe con este nefasto tratado. Si Don Pepe luchó por la democracia, 
la libertad, y la justicia social, en nuestra patria sobran las 
reservas morales y de valor para seguir enfrentando el capitalismo 
salvaje, como él lo hizo. No aflojamos ante las amenazas ni los 
ataques. Nos sigue enseñando Don Pepe al denunciar que "Cada vez que 
tratamos de estabilizar nuestros precios a un nivel que nos permita 
vivir y progresar, se nos tilda de `socializantes', `rosados' o lo 
que esté de moda. Lo respetable es el `mercado libre', con 
alternativas de hambre y de fiesta para nuestros pueblos, pero con 
mucha más hambre que fiesta".
>   Los dejo con otra frase de Don Pepe, una frase insignia de la 
heroica lucha por derrotar al TLC, y cuando la hayan entendido, me 
hacen el favor y me bailan ese trompo en una uña! "No habrá manera de 
desarrollarnos y salir de la pobreza, mientras los pocos negocios 
grandes de nuestro medio se entreguen a las economías foráneas, y 
nosotros nos quedemos con sólo negocios de pobre, mientras en vez de 
ser propietarios de nuestro propio país, nos convirtamos en un 
ejército de empleados del exterior".
> 
> 
> Alexander Rodriguez Ch
> 
>        
> ---------------------------------
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> 
> [Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto]
>


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