Por defecto, GNU PG comprime los archivos que cifra. Si quieres evitar que GNU PG los comprima (por ejemplo ya están comprimidos, en cuyo caso una segunda vez es usualmente inútil) usa la opción “--cipher-algo=none” para evitar que se compriman nuevamente.

Hay algunos factores por los cuáles es posible un ladrón que se haga de tu computadora recupere datos confidenciales (por supuesto, el ladrón tendría que tener el conocimiento necesario):

Muchos programas crean copias de los archivos que editas. Por ejemplo, es usual en los editores de texto que éstos creen un archivo con “~” añadido al final.

Puede que haya información importante en archivos “ocultos” (que empiezan con “.”), ya sea la configuración de programas, contraseñas guardadas por el navegador, caché de tus archivos, o similares.

Dependiendo de tu sistema de archivos, en el disco duro puede haber remanentes de los archivos que borras; y estos pueden tener información confidencial, que a veces es posible recuperar (depende de suerte) con herramientas como PhotoRec.

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