Devem estar mortos de raiva na redação de Agrodigital
 
Mas ao menos, mostraram decência
 
El pasado mes de septiembre la agencia de seguridad alimentaria británica (Foods Standardas Agency, FSA) retiró del mercado varias marcas de harina de maíz "bio" ("orgánico o "ecológico") por exceder de largo los límites permitidos de fumosinina, una sustancia considerada como cancerígena. Lo más llamativo de la cuestión fue la gran diferencia existente entre el maíz "bio" y el convencional, ya que todas las muestras de harina de maíz "ecológico" (6 en total) excedieron los límites y además el gran porcentaje en que lo hicieron mostrando niveles de fumosinina en una media 20 veces por encima de los límites ahora establecidos de 500 ppb. La marca de maíz "ecológico" con menos fumosinina estaba 7 veces por encima de este límite. Por el contrario de 20 marcas de harina de maíz convencional todas mostraron niveles por debajo, en torno a 130 ppb.

La fumosinina es un compuesto natural producido por hongos que parasitan el maíz que ha mostrado propiedades cancerígenas en hígado y riñón en roedores en laboratorio y que se sospecha responsable de un porcentaje importante de los casos de cáncer del aparato digestivo en los países en desarrollo, donde la agricultura "bio" es más la norma que la excepción, no por convicciones de los consumidores, sino por la frecuente falta de insumos agrícolas, incluyendo fungicidas.

El que un producto alimentario exceda los límites de residuos permitidos no significa necesariamente que sea un peligro para la salud pública ya que los límites de residuos no son toxicológicos sino indicativos de buenas prácticas agrícolas y esto es tan válido para los tóxicos naturales como para los sintéticos.

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