Hola David, Alounis y resto de contertulios!

Me incorporo tarde, espero que no demasiado, a esta interesante discusión. Voy a 
intentar dar mi opinión, que viene de mi experiencia en el campo de la filología 
vasca, sobre varias cuestiones que habeis tocado.

1. Tema de terminología. De acuerdo con vosotros, es un problema terminológico, o si 
se prefiere, conceptual. Pero no estoy de acuerdo con la resignación que muestra 
David. El término "ergativo" o "ergatividad" se ha venido utilizando para referir al 
fenomeno (principalmente) morfológico de lenguas de todos los continentes, a excepción 
del africano. La escuela rusa que siguió a la teoría estadialista marrista aplico el 
término ampliamente en los años 40 y 50 a las lenguas del caucaso que mostravan este 
fenómeno y lo hicieron extensivo al analísis de otras lenguas. El polaco Kurylowicz 
escribió bastante sobre el tema y el libro de Bokarev marcó entonces un hito. 
Matthews, Regamey, etc trabajaron en los años 50 la ergatividad en lenguas indo-arias 
y así sucesivamente.

Sin embargo, en esta década y las siguientes se empezo a hablar también de ergatividad 
para referir otros fenómenos diatéticos del ingles (J.M. Anderson 1968, Davison 1973), 
del chino (frei 1956/7) o incluso del hebreo (F.I. Anderson 1971). Williams, más 
recientemente (1987) habla del inglés como una lengua ergativa desde el punto de vista 
de la estructura temática. Así surgió una primera e innecesaria confusión que todavía 
perdura en muchos departamentos de filología inglesa. 

Pero fue la teoría de unacusatividad que Perlmutter desarrolló dentro de la Gramatica 
Relacional, que él mismo junto con Postal había delineado, la que dió pié al caos 
terminológico que nos asedia. De mano de Burzio (1986) tomó cuerpo dentro de la 
entonces emergente teoria del Government-Binding y se definitivamente como propio el 
término ergativo para referir a un tipo de verbos que según la teoría de la huella... 
en fin son historias que cualquiera conoce mejor que yo.

Lo que está claro es que el fenomeno de la ergatividad en lenguas como el euskera, 
tiene muy poco que ver con los fenomenos de la unacusatividad y otros y el tomar el 
nombre prestado no hace sino confundir y crear un caos donde y cuando no era necesario.

2. No creo, en absoluto, que se puedan meter en el mismo saco los distintos tipos de 
ergatividad que menciona David. La ergatividad estricta y la escindida son en la base 
lo mismo. Todas las lenguas ergativas presentan esta característica sólo de una manera 
parcial, en algunos tiempos o aspectos, con algunas personan y no con otras. Es lo que 
ha venido llamando split-ergativity o ergatividad excindida. En lingüística vasca se 
le llama ergatibitate erdibitua, es decir "partida por la mitad". Curiosamente es el 
euskera la única lengua que muestra una ergatividad nada excindida, pues esta 
característica se gramaticalizó y extendió a todo el sistema de la lengua.

La ergatividad que David ha bautizado como ocasional, así como un montón de fenomenos 
que tienen semejanza o cierto paralelismo con la "ergatividad morfológica histórica" 
tienen muy poco con ver con aquella. La "histórica" no deja de ser una manifestación 
arcaica de marcas gramaticales fosilizadas e reinterpretadas. Hale ya estudió en 1970 
el origen de la ergatividad en proto-polinesio y desde entonces se hicieron otros 
estudios para otros grupos lingüísticos que venían a coincidir en lo básico. La 
estructura básica posteriormente fosilizada era la pasiva en unos casos o estructuras 
de perfectivo en otros. Según uno u otro origen, así parecen manifestarse los rasgos 
de "excisión".

3. Estrategias optimizadorasy las profromas o expletivos del catalan, etc. 
Desgraciadamente no conozco el catalán y no voy a opinar sobre los ejemplos aducidos. 
Pero nos pueden valer otros ejemplos del español.

Primero habría que decir que no se pueden sacar consecuencias tan "graves" de hechos 
tan "leves". En castellano los enclíticos me, te por ejemplo pueden aparecer en 
prácticamente todas las funciones argumentales de la oración, sin que por eso podamos 
atribuirle rasgos de ergatividad u cualquier otro.

Te vas (sujeto)

Te llevaré a casa (ojeto directo)

Te va a visitar mi hermano (objeto indirecto)

Te voy y vuelvo a Madrid en 4 horas (alocutivo)

En euskera tendríamos una marca (h- o z- ) para el primer caso y otra (-k, -n, o -zu) 
indistintamente para las otras tres. En inglés, si no me equivoco mucho, nos bastaría 
con un simple you para todo.

Hay pocas formas y muchas funciones y es universal el valerse de unos pocos morfemas 
para todas estas funciones. Luego hay otros recursos como el orden de palabra, 
entonación, etc.

Por otra parte, habría que decir que los expletivos cumplen diferentes funciones. En 
lenguas que como el euskera o castellano la flexión verbal mantiene formas 
diferenciadas no es necesaria la presencia del sujeto (u otros argumentos) y en el 
caso de aparecer toma otra funciones, temáticas habitualmente. Por el contrario, en 
lenguas que como el inglés o farncés han perdido casi en su totalidad toda la flexión, 
es necesaria la presencia de los pronombres para marcar el sujeto. Los expletivos o 
proformas toman, pues, diferentes funciones en unas u otras lenguas.

En inglés, por ejemplo, no podemos dejar de marcar el sujeto, ya sea una frase 
impersonal. Así diremos "It seems" y no "seems" a solas. En castellano decimos 
normalmente "me voy" y no "yo voy" o "voy", que sería marcados. Igualmente en euskera 
no podríamos decir "noa" a secas, y como en castellano tendríamos que decir 
mínimamente un "banoa" u otra forma con sujeto marcado. Me gustaría saber como 
funciona el catalán en estos contextos.

Por lo que respecta al "me gustan los helados", estoy de acuerdo con Alounis, aunque 
sólo en parte. Evidentemente el "me" es una marca de dativo, pero ¿no es un análisis 
un poco enrevesado tomar el objeto como sujeto gramatical?

Según cualquier test de subjetividad sería el "me" o "a mi" el sujeto y lo "los 
helados". Entre los rasgos significativos está el orden de elementos y la agentividad. 
Entre nosotros parece una herejía tomar a un dativo como sujeto, pero es muy normal en 
muchas lenguas del mundo. Los sujetos dativos, muy estudiados por Sridhar, son muy 
conocidos en diferentes lenguas del continente asíatico. Klaiman (1980) los estudión 
en el bengalí, por ejemplo. En euskera es la única explicación para muchos verbos, y 
me parece que facilitaría mucho el anñalisis del "gustar" español.

Cuando decimos "he roto el vaso" y "se me ha roto el vaso" estamos diciendo casi lo 
mismo. ¿cuál es la diferencia? La conciencia o control de la acción. En el segundo 
caso queremos expresar la inconciencia o falta de voluntad sobre la acción ¿es esto 
suficiente para negarle la categoría de sujeto? Está claro que no. Pensar lo mismo 
sobre verbos como olvidar, perder, etc.

En euskera el ejemplo anterior lo expresamos así:

basoa apurtu dut (vaso-el roto he), el sujeto es nik (con la marca -k de ergativo)

basoa apurtu zait (vaso-el roto se me ha), el sujeto es niri (con marca -ri de dativo).

En los dos casos el pronominal del sujeto es -t (marca ambivalente para el dativo y 
para el ergativo).

Lo dejo por hoy, que creo que y me he excedido. Seguiré con otros pelos que he dejado 
en la gatera.

Ander Ros





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