Difunde de DESAFIO, 4 de octubre de 2000, órgano del PLP, Partido Laboral Progresista
Editorial
 
Plan Petrolero de Clinton-Gore Es Mucho Más que un Truco Electoral
 
La decisión de Clinton de poner en el mercado 30 millones de barriles de la
Reserva Estratégica de Petróleo de EUA (REP) no es sencillamente un truco
barato para ayudar a la campaña presidencial de Gore. Claro, Clinton y Gore
quieren aparentar estar opuestos a los altos precios energéticos y de ser
amigos de la clase trabajadora. Pero algo más, además de la política
electorera, está detrás de esto.
La decisión sobre la REP es consistente con la búsqueda de los gobernantes
de EUA de una táctica que eventualmente provoque una confrontación militar
con Irak. Irak tiene las reservas más grandes del petróleo más barato del
mundo, después de Arabia Saudita, la aliada de Exxon. Según el periódico
francés La Tribuna (septiembre 18), a pesar de las sanciones de EUA, Irak
puede producir ahora 4 millones de barriles diarios, y posiblemente muchos
más si se le suspendieran las sanciones. El Semanario Inteligencia Petrolera
(1/2/99) reportó que Irak tenía un plan maestro para producir más de 6
millones de barriles diarios, después de que se le levante el embargo. El
costo de producción en Irak promedia menos de un dólar por barril.
Por lo tanto Hussein y Cía., sencillamente con reducir la producción, pueden
desbaratarles los planes a Clinton y Gore. Exxon Mobil, Chevron y otras
compañías petroleras estadounidenses son actualmente las mayores
consumidoras del crudo iraquí, aunque les duele tener que pagarles por este
privilegio a los intermediarios rusos y franceses. Si Hussein decide retirar
este petróleo del mercado mundial, los precios subirían de nuevo. Clinton y
Gore saben esto. Su decisión de liberar una cantidad módica de petróleo de
la REP puede ser interpretada como un reto a los iraquíes. El vocero del
Capital Viejo, Business Week (edición octubre 2), advierte: "Pueda Que
Saddam Desate Su Mejor Arma: El Chantaje Petrolero".
El imperialismo estadounidense se prepara para otra aventura militar en el
Golfo Pérsico. Saddam Hussein y la pandilla de patrones que representa
tienen sus propios intereses inmediatos de ganancias. Pero mucho más que
esto está en juego. Cualquiera que controle el petróleo iraquí puede dictar
las tendencias en el crucial mercado petrolero mundial.
Como DESAFIO ha señalado repetidamente, la actual situación es intolerable
para Exxon Mobil y para las otras compañías petroleras controladas por
Rockefeller. La política de EUA de sanciones ha fracasado políticamente. Su
único éxito ha sido masacrar un millón de iraquíes, en su mayoría niños,
desde el fin de la Tormenta de Desierto en 1991. A pesar de estas sanciones,
Irak produce "oficialmente" casi tres millones de barriles al día y otros
200 a 500 mil en el mercado "ilegal". Peor aún, desde el punto de vista de
los gobernantes de EUA, es la serie de contratos de miles de millones de
dólares que los iraquíes tienen con las compañías petroleras rusas,
francesas y chinas. Estos contratos entrarán en vigencia en el instante que
se acaben las sanciones.
El control del petróleo es crucial para el dominio mundial que toda potencia
imperialista añora. La estrategia de los patrones de EUA requiere impedir
que surja una superpotencia rival en Europa y/o Asia. En Europa sólo Rusia
puede jugar este papel. Por el momento, los patrones rusos están en la lona.
Si la compañía Lukeoil de Rusia jugara el mismo papel en Irak que Exxon
Mobil juega en Arabia Saudita, el imperialismo ruso podría mejorar
rápidamente y amenazar seriamente el dominio de EUA.
Por lo tanto, Clinton usa el petróleo de REP como un truco electoral para
que la gente vote por Gore porque ayudó a reducir los "gastos familiares en
combustibles". También tras todo esto se empieza a vislumbrar los contornos
de un conflicto mucho más grande. Francia está claramente aliándose con
Rusia para ponerle fin, bajo las condiciones de Saddam Hussein y no las de
Exxon Mobil, al embargo contra Irak. En un desafío abierto a la política de
EUA, aviones franceses y rusos aterrizaron en Bagdad el 24 de sept.. Las
visitas eran supuestamente intercambios "culturales" y "humanitarios," pero
el vuelo ruso tenía de "casualidad" altos ejecutivos de las compañías
petroleras rusas.
Los patrones franceses juegan un papel clave en el desarrollo de la
rivalidad inter-imperialista por el control del petróleo iraquí. En 1990-91,
EUA logró sobornarlos para que se unieran a la coalición de la Guerra del
Golfo ofreciéndoles una tajada del petróleo de Kuwait. Pero las reservas
petroleras de Kuwait palidecen ante las de Irak. Francia tiene mucho más que
ganar cooperando con los rusos y los chinos para aumentar la producción
iraquí, que aceptando unas cuantas migajas de Kuwait que les pueda ofrecer
Exxon Mobil. Con el crudo iraquí y los mercados rusos y chinos a su
disposición, la gigante petrolera francesa Elf Totalfina puede dejar atrás a
BP Amoco y a Shell para igualar a Exxon Mobil como la principal surtidora en
el mundo de productos petroleros refinados.
El ala principal de los gobernantes de EUA está decidida a impedir que surja
una alianza que incluya a Francia, Rusia y China y que arrastraría al resto
de Europa dentro de su red. Pero el soborno tiene sus limites. A final de
cuentas, la guerra es la única solución que le queda al imperialismo de EUA
en su afán de prevenir que los principales rivales de Exxon Mobil acaparen
el petróleo iraquí.
Al usar una pequeña parte de las reservas de la REP, Clinton y Gore no han
solucionado nada. Aún cuando los precios bajen un poco a corto plazo en las
gasolineras y en el aceite para calefacción casera, pueden subir de nuevo
cuando las reservas de la REP tengan que ser repuestas. Por el otro lado, si
Saddam Hussein muerde el anzuelo y retira parte del petróleo iraquí del
mercado para contrarrestar la jugada de EUA, esperemos ver más amenazas
bélicas de Washington.
Los gobernantes de EUA saben que su política de sanciones fracasó en lograr
su cometido. El petróleo iraquí tiene que ser controlado en el suelo. El que
controle los pozos petroleros decidirá quien bombeará, refinará y se lucrará
del petróleo. El sistema capitalista no podrá nunca solucionar estas
disputas sin conflictos armados. Si el truco de la REP no logra provocar a
Saddam Hussein en darles una excusa a los patrones de EUA para que toquen
sus tambores de guerra, buscarán otra.
La guerra y el imperialismo son inseparables. La próxima guerra petrolera
matará más trabajadores que la última. También agudizará las contradicciones
entre las principales potencias imperialistas y posiblemente generará mucho
más rencor masivo, tanto dentro como fuera de las fuerzas armadas. Nuestro
Partido puede con toda seguridad crecer en el crisol de estas
contradicciones.
 

Reply via email to