Debo felicitar a Oscar por su magistral (y golosa) exposición sobre la
diferencia entre la existencia de los estándares y la aplicación de
dogmas, pero permitidme por un momentito seguir con los pasteles...

Abro una pastelería en el pueblo donde vivo, y soy consciente de que el
30% de la población tiene problemas de sobrepeso (sí, ya sé que quizás
ellos deberían cuidarse antes de que yo me preocupe, pero como dicen mis
amigos... tengo alma de "mami"), un 5% son diabéticos y a las personas
mayores (un 30%) les está recomendado el control en el consumo de
dulces... no voy a describir todas las posibles deficiencias asociadas a
la ingesta de productos de pastelería.

¿Quiere eso decir que yo voy a abrir una pastelería para el 35% de la
población?

No, quiere decir que me preocuparé, cuando sea posible, de que los
productos que elaboremos puedan venderse al máximo de personas posibles,
¿porqué? Pues porque un pastel que no se ha vendido un día al día
siguiente igual ya no está igual de bueno, y como espere tres
seguramente lo tendré que tirar... lo que supondría pérdidas para mi
negocio.

Eso no quiere decir que si una familia quiere una fantástica tarta
Sacher con su mermelada, su azúcar refinado, su chocolate,... pues no
pueda tenerla. Claro que se la hago, y la pagan al justo precio de
"tarta de encargo".

Pero en mi escaparate tendré tartas donde habré intentado encontrar una
forma de endulzar que sea apta para todos los públicos (la industria
gastronómica no dispone de el G3C, así que no tienen estándares en eso),
con una amplia variedad que me permita ofrecer tartas sin miel (a mi
tampoco me gusta, jejeje) y tartas con miel; tartas dulces y tartas
saladas (existen!); pero sobre todo intentaré que mis tartas pueda
comerlas el mayor número de personas posible... aunque sólo sea por no
tener cada día el temor de hacer pocas tartas por si no se venden.

¿Cual es mi ventaja? Pues que la pastelería que ya existe en el pueblo
es tan innovadora que hace tartas de mantequilla con fotos impresas, a
nadie le gustan (el sabor, la primera vista al principio les engañó) y
además muchos no pueden comerlas; la otra variedad de tartas que ofrecen
es tan dulce que los chiquillos del pueblo sólo han encontrado utilidad
haciendo con ellas guerrillas de nata en los campos vecinos.

Ah, y mientras tanto recomiendo a los que pasen o habiten en Barcelona,
se acerquen a conocer un espacio dulce como pocos:
http://www.espaisucre.com (no os fijéis en la técnica de la web... su
especialidad es otra).

Un saludo

Victoria

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Lista de distribución Ovillo
Para escribir a la lista, envia un correo a Ovillo@lists.ovillo.org
Puedes modificar tus datos o desuscribirte en la siguiente dirección: 
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