Hola Fer,

Pongámonos de acuerdo en que cuando en tu mensaje de abajo dices  “Ligia” es en realidad un ordenador" estas usando una metáfora.

Luego cuando dices "Creo que la red ha perdido la fuerza que supo tener en otra época y creo que va siendo hora de que le demos sepultura", yo puedo
decir cuatro cinco basadas en el conocimiento que con el tiempo y estudio he adquirido sobre listas electrónicas:

1.  Que tu creaste la RHLA y que obviamente la puedes acabar.  La RHLA es en ese sentido una lista privada.  Para existir ha dependido y depende de Fernando Flores Morador.  Pero otras listas tienen otras características.  Por ejemplo: 
 
La Red Caldas de Colombia, es una red pública en la cual no hay exclusión posible de ningún ciudadano colombiano, a menos que Colciencias decida violar el derecho a la comunicación y nunca hemos visto los suscriptores que lo haga.  En la Red Caldas los suscriptores  pueden hablar o no hablar y expresar sin restricciones lo que pensamos.  Pero ninguno de quienes somos suscriptores podemos sacar a nadie de la red por X o Y razones.
 
El funcionamiento de la lista Voc actual (hubo una anterior) depende del servidor que está manejado por el profesor de la Universidad de lo Andes en Bogota, Andrés  Holguín.  La página de la Fundación Voc está igualmente manejada por el profesor Fernando Salcedo, también de Uniandes.  La Fundación Voc fue creada por once profesores de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de los Andes, ambas en Bogotá.
 
¿Sobrevivirán la Lista Voc y su página o la Fundación Voc?  Estoy segura que eso depende de sus suscriptores interesados en el tema de la Comunicación Entre Científicos con énfasis en Colombia, no de mi.  Ellos, o cualquier investigador interesado, pueden y podrán estudiar la lista, la página y la Fundación Voc porque tenemos archivos de papel y virtuales sobre todas ellas.  Todos nuestros archivos son públicos.   

2.  Pido excusas sinceras y siento mucho que mi participación en la RHLA haya sido negativa.

3.  Agradezco mucho a ti y a todos los participantes muchas oportunidades que yo tuve de aprender y de polemizar en la RHLA.
 
4. El conocimiento sobre listas y redes electrónicas es amplio y complejo.  Para saber un poco de una lista electrónica X uno tiene que estudiarlas una por una.  Pero no es posible estudiar una lista electrónica que no tenga archivos.
 
5.  Ustedes saben que tengo archivos, así sean desgreñados, de la RHLA. Tu que eres el dueño de la lista y quienes hemos participado en ella debemos ponernos de acuerdo en que vamos hacer con ellos.   

Un abrazo para todos.

Ligia

----- Original Message -----
From: "Fernando Flores" <[EMAIL PROTECTED]>
To: <[EMAIL PROTECTED]>
Sent: Sunday, November 20, 2005 4:51 AM
Subject: “Ligia” es en realidad un ordenador


“Ligia” es en realidad un ordenador

He llegado a la conclusión de que la persona que conocemos como “Ligia” es
en realidad un ordenador. Es probable que el mismo no este conectado todo el
tiempo, quizás solamente lo esté los fines de semana. ¿Cómo lo he
descubierto? Bueno conociendo la estructura de los programas que han
intentado imitar el diálogo humano. Se caracterizan por dos cosas, o bien
repiten lo que uno ha dicho en forma de pregunta o bien cambian de tema.

En el diario intercambiar de correo electrónico por ejemplo, se nos presenta
muchas veces la duda acerca de quién es la persona con la que nos
comunicamos: ¿es un hombre o una mujer? ¿En qué país, ciudad vive?; ¿Cual es
su educación?; ¿qué edad tiene? Etc. Suponiendo que alguien conectara una
máquina a la red postal, ¿sería posible engañar a los comunicantes acerca de
la naturaleza mecánica de este interlocutor? ¿Podrían confundirse las
respuestas de la máquina con las de una persona?

 Turing sustituye entonces la pregunta: “¿Piensan las máquinas?“ Por esta
otra: “Es posible distinguir una máquina de una persona en el momento de la
comunicación no presencial?

En los orígenes de la noción de inteligencia artificial y otras ideas
emparentadas se halla la obra del matemático inglés Alan Mathison Turing.
Hacia 1950 publica “Computing Machinery and Intelligence“ en la revista de
filosofía Mind. En este artículo su pensamiento trasciende los limitados
círculos de los especialistas y se lanza a la fundación de una filosofía de
la conciencia que a falta de un mejor nombre llamaremos artificialismo o
robotismo. En esas páginas históricas Turing se pregunta: “¿Piensan las
máquinas?“ Su respuesta es afirmativa, llegando a la misma a través de una
serie de sustituciones pragmáticas a la pregunta inicial. Comprueba que la
pregunta “¿Piensan las máquinas?“ Es de difícil precisión y propone
sustituirla por otra. Para ello propone una situación ideal, un juego al que
llama de “imitación“.

 El tema de la cybercultura debería ser uno de los temas a tratar con más
profundidad. Los lugares comunes, las simplificaciones fáciles, las
exageraciones, nos dominan. La superficialidad se justifica de muchas
maneras, a veces asumiendo conductas “políticamente correctas”. Atacar el
imperialismo no debería ser una justificación de la superficialidad del
análisis.

Creo que la red ha perdido la fuerza que supo tener en otra época y creo que
va siendo hora de que le demos sepultura.

Lo pongo a consideración de todos y en especial a Bibiana y Ligia que son
las únicas dos personas que en realidad la usan.

¿La seguimos?

Fer
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Ligia Parra-Esteban.  Directora
Fundación Voc de Investigación de la Comunicación Entre Científicos.
http://mox.uniandes.edu.co/voc
Luis H.  Blanco.  Secretario de la Junta Directiva.
Laboratorio de Investigaciones Básicas.  Ciudad Universitaria.  Unidad Camilo Torres.  Bogotá.
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