Correo 25 - ENTREVISTA EXCLUSIVA CON MONS. LE GALL, ARZOBISPO DE TOULOUSE: SEGUIR EL SENTIDO DE LA MENTE PONTIFICIA

2012-03-16 Thread El correo de Paix Liturgique
El correo de Paix Liturgique



Contenido de nuestro correo 25 de 16 Marzo 2012

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON MONS. LE GALL, ARZOBISPO DE TOULOUSE: SEGUIR EL
SENTIDO DE LA MENTE PONTIFICIA

Para contactarnos, haga clic aqum



ENTREVISTA EXCLUSIVA CON MONS. LE GALL, ARZOBISPO DE TOULOUSE: SEGUIR EL
SENTIDO DE LA MENTE PONTIFICIA

Habiendo recibido muchos testimonios positivos de la misa segzn la forma
extraordinaria del rito romano que celebrs Mons. Le Gall, arzobispo de
Toulouse, para los peregrinos de Juventutem durante la JMJ de Madrid,
quisimos darle la palabra para que nos comentara esta experiencia. Ex
abad de la abadma benedictina de Kergonan, el arzobispo de Toulouse
presidis durante seis aqos la Comisisn Episcopal para la Liturgia y la
Pastoral sacramental de la Conferencia Episcopal de Francia. Su profundo
habito de la liturgia latina y gregoriana le permitis abordar con gran
facilidad la liturgia extraordinaria.

Agradecemos vivamente a Mons. Le Gall la generosidad con que nos otorgs
esta entrevista y sus palabras, de una gran franqueza y libertad, que
sslo pueden orientarse hacia la paz y la reconciliacisn en la Iglesia.

1) Monseqor, en la JMJ usted celebrs la forma extraordinaria del rito
romano para los jsvenes del grupo Juventutem. Por lo que sabemos, es la
primera vez que celebraba la liturgia tradicional en su caracter de
arzobispo de Toulouse, ?csmo vivis esta experiencia?

Mons. Le Gall: No soy totalmente ajeno a la liturgia tradicional. Hice mi
primera profesisn en Kergonan el 8 de diciembre de 1965, dma de la
clausura del Concilio Vaticano II. Por lo tanto, conocm y practiqui la
liturgia tridentina, en su forma benedictina, antes de la reforma
litzrgica. 
Pero es cierto que este verano fue la primera vez que celebri la forma
extraordinaria. Con la salvedad de que no fue en Madrid, sino en Donezan,
el 30 de julio, donde conferm una ordenacisn sacerdotal y una ordenacisn
diaconal. Este monasterio benedictino, surgido de Fontgombault, aunque
situado en Arihge, no hace parte de mi provincia eclesiastica, sino de la
discesis vecina de Carcassonne y Narbonne. Y precisamente por invitacisn
de Alain Planet, obispo de Carcassonne, fui a Donezan, comunidad que tuve
ocasisn de visitar por primera vez el aqo pasado. En una celebracisn
benedictina era realmente importante que el celebrante pudiera cantar la
liturgia.
Como es evidente, el pontifical segzn la forma extraordinaria requiere un
mmnimo de preparacisn y un ceremoniario atento, como fue en este caso.
Por ello, cuando el cardenal Rylko, Presidente del Consejo Pontificio
para los Laicos y, a dicho tmtulo, principal organizador de la JMJ, me
pidis que celebrara la forma extraordinaria para el grupo Juventutem, no
tuve inconveniente en aceptar. 

2) En 2007, en un comunicado de la Comisisn litzrgica de la CEF
(Conferencia Episcopal de Francia), usted comentaba el motu proprio
Summorum Pontificum de Benedicto XVI, diciendo que habma que “acoger” la
iniciativa del Santo Padre, “comprenderla y entrar en el sentido de lo
que pide”. ?Fue ista la disposicisn con que respondis favorablemente a la
invitacisn de Mons. Planet y del cardenal Rylko?

Mons. Le Gall: Sm, por supuesto. Desde que el Santo Padre toms la
decisisn y publics el motu proprio, que la instruccisn Universae
Ecclesiae consolids, considero que es nuestro deber como obispos,
orientarnos segzn su “mente”. Debemos comprender sus motivaciones, la
preocupacisn por una liturgia digna y orante, la paz y la reconciliacisn
en la Iglesia, y seguir su ejemplo.
Desde luego, “entrar en el sentido de lo que pide” Benedicto XVI, tambiin
es no rechazar, por principio, la forma ordinaria y evitar denigrarla.
Desgraciadamente, ista es una actitud que se encuentra en algunos
tradicionalistas.
En un artmculo que publiqui en 2008 en Lumihre et Vie, la revista de los
dominicos de Lyon, y que abordaba el primer aqo de aplicacisn del Motu
Proprio, trati de ilustrar todos estos aspectos. Y el Santo Padre, que
toms conocimiento de dicho artmculo, me confirms en esta “lectura” de su
iniciativa.

3) “Paz y reconciliacisn”: la motivacisn principal del motu proprio es,
en efecto, la unidad de la Iglesia, un tema que se encuentra en el
corazsn del pontificado de Benedicto XVI. Ademas, es con el objetivo de
alcanzar la unidad eclesial que Paix Liturgique impulsa la celebracisn de
la forma extraordinaria en las parroquias mas bien que en lugares de misa
ad hoc. ?Usted estarma de acuerdo en afirmar que la celebracisn de la
forma extraordinaria es, para un obispo, una manifestacisn de su unidad
con el Santo Padre? ?Es el sentido que se le puede dar a la misa que
usted celebrs en la JMJ?

Mons. Le Gall: Sm, puede verse asm: es una de las maneras en que un
obispo esta unido al sucesor de Pedro, pero no es la znica.

4) Usted celebrs para jsvenes catslicos

Correo 28 - 600 fieles todavía privados del Motu Proprio en Versalles

2012-06-08 Thread El correo de Paix Liturgique
El correo de Paix Liturgique



Contenido de nuestro correo 28 de 8 Junio 2012

600 fieles todavía privados del Motu Proprio en Versalles

Para contactarnos, haga clic aquí



600 fieles todavía privados del Motu Proprio en Versalles

En nuestra carta del mes pasado, abordamos la cuestión del “fichaje” de
los solicitantes y explicamos las razones de nuestra oposición a esta
práctica ilegal, discriminatoria y de mala fe.

Para ilustrar lo que comentábamos, presentamos este mes el caso típico de
una parroquia francesa en la que se entregó de manera espontánea una
lista de los solicitantes, lo cual, sin embargo, no permitió a los fieles
obtener la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum. Se trata de
la parroquia Notre-Dame, de Versalles, cerca de París, donde 125 familias
que representan a 600 fieles firmaron un pedido nominal en las primeras
semanas de la entrada en vigencia del Motu Proprio. A pesar de la
importancia de este grupo, desde esa fecha nada se ha hecho para
responder a tal pedido.

I – Historia del pedido en Versalles

Ya en septiembre de 2007 algunos parroquianos de Notre-Dame comenzaron a
recoger firmas de los fieles que deseaban gozar de la aplicación del Motu
Proprio Summorum Pontificum. Muy pronto llegaron al centenar de familias
firmantes y comunicaron su deseo al párroco, quien, en contra del
espíritu del texto de Benedicto XVI, los derivó ante la diócesis.
Diócesis que los invitó, a su vez, a contactar nuevamente al párroco. En
resumen, como lo escribía el semanario local en octubre de 2008: “para
ellos [quienes solicitan la liturgia tradicional] todavía no se celebró
la misa”. Cabe aclarar, como lo explicaba uno de los solicitantes que “lo
que queremos, es estar en nuestra parroquia”, mientras que la respuesta
que se les da es: “ya existen lugares donde se celebra esta misa”.

Desgraciadamente, se trata de un banal “vayan a otra parte a ver si
estoy” de la diócesis de Versalles, donde el obispo prefiere mantener, o
incluso aumentar el apartheid litúrgico, en lugar de favorecer el
enriquecimiento mutuo dentro de las parroquias, como lo desean el papa… y
las familias de Notre-Dame. Una ambición legítima, puesto que es conforme
tanto al espíritu como a la letra del Motu Proprio y perfectamente
resumida por uno de los solicitantes en el artículo del semanario: “No
queremos ser una reserva de indígenas litúrgicos, sino parroquianos”.
Parroquianos como los demás, parroquianos de pleno derecho, ni más ni
menos.

Un deseo manifestado nuevamente algunas semanas más tarde en una carta
abierta de los solicitantes al cardenal Vingt-Trois, presidente de la
Conferencia de los obispos de Francia, que no suscitó reacción de su
parte. En consecuencia, frente al congelamiento de la situación y a la
ausencia de diálogo, el 25 de marzo de 2009, los solicitantes de Notre
Dame de Versalles se asocian a los demás representantes de las
comunidades estables de la diócesis de Yvelines para dirigirse al
cardenal Castrillón Hoyos, entonces presidente de la Comisión Ecclesia
Dei.

“A la fecha, los fieles de la diócesis de Versalles se encuentran
desamparados e incluso, a veces, chocados ante las respuestas
sistemáticamente negativas y las desestimaciones que reciben por parte de
sus párrocos y de Monseñor Éric Aumonier. Se encuentran enfrentados a
muros que, lejos de acogerlos, los desprecian y excluyen”.

Citando “los tres pedidos más importantes de la diócesis”, los autores
comienzan justamente por el de Notre-Dame donde “más de 125 familias, es
decir, 600 feligreses de la parroquia, pidieron la aplicación del texto
del Santo Padre. Desde hace un año y medio, se comprometen con la
parroquia, participan en la organización de la kermesse, en la Noche de
la fe… Numerosos intercambios tuvieron lugar con el Padre Guy Cordonnier
y Monseñor Éric Aumonier. El rechazo es sistemático. Cuando pedimos que
nos reciba el consejo pastoral, el Padre Cordonnier rehúsa todo diálogo
entre los solicitantes y el equipo pastoral actual. No se realiza ninguna
comunicación en la parroquia para informar sobre este importante pedido”.

En respuesta a la objeción de que “ya existe una oferta importante en la
diócesis”, dicho correo recuerda que “el pedido es considerable, las
misas en la forma extraordinaria en aquellos lugares donde ya existían
antes del Motu Proprio están repletas”, y “el único lugar concedido por
Monseñor Éric Aumonier desde su nombramiento en Versalles, o sea, la
capilla de la Inmaculada Concepción confiada a la fraternidad San Pedro”,
también desborda de fieles. De todos modos, concluyen los autores:
“Muchos fieles de las parroquias quieren vivir su fe en su parroquia y no
quieren ser confinados en ghettos litúrgicos. Al menos, ésa es la lectura
que hacen del Motu Proprio Summorum Pontificumâ

Correo 29 - El Centro Saint-Paul o cómo contribuir a la nueva evangelización por medio de la tradición

2012-07-12 Thread El correo de Paix Liturgique
El correo de Paix Liturgique



Contenido de nuestro correo 29 de 12 Julio 2012

El Centro Saint-Paul o cómo contribuir a la nueva evangelización por
medio de la tradición

Para contactarnos, haga clic aquí



El Centro Saint-Paul o cómo contribuir a la nueva evangelización por
medio de la tradición

Desde 2005, un antiguo taller del barrio del Sentier sirve como lugar,
tan inusitado como fecundo, para la experiencia de la tradición al
servicio de la evangelización. O más exactamente, aquello que el mismo
Benedicto XVI definió como “nueva evangelización”, llamada a reavivar la
fe de las viejas naciones católicas. El inspirador de este proyecto es un
sacerdote atípico, proveniente de las filas de la Fraternidad San Pío X,
el padre Guillaume de Tanoüarn. En su compañía y la de sus fieles,
recorrimos el Centro Saint Paul, un lugar donde la liturgia tradicional,
la iniciativa cultural y la ebullición intelectual se ponen en diapasón
por amor a Cristo. Un lugar cuya vitalidad, sin embargo, el
cardenal-arzobispo de París ignora con esmero.

I – Retrato del Centro Saint-Paul

Un día de semana, en París, frente al café del Croissant, donde fue
asesinado Jean Jaurès. Nos encontramos con el padre de Tanoüarn a la
salida de su misa matutina en compañía de algunos fieles. Por cierto,
conocemos al padre de Tanoüarn y hemos seguido su singular recorrido,
tanto teológico como filosófico. Pero nunca habíamos prestado real
atención al apostolado que realiza desde ya hace casi siete años, fecha
de su partida de la Fraternidad San Pío X, en el Centro Saint-Paul (CSP).

Sabemos que en el verano de 2006 estuvo entre los fundadores del
Instituto del Buen Pastor (IBP), instituto Ecclesia Dei en el que estuvo
muy empeñado el cardenal Castrillón, destinado a acoger a los sacerdotes
de la Fraternidad deseosos de volver a la plena comunión con Roma.
Sabemos también que el IBP es una joven realidad heterogénea, sometida
por ello a numerosos sobresaltos y crisis de crecimiento, y objeto,
recientemente, de una visita canónica a cargo del cardenal-arzobispo de
Bordeaux, Mons. Ricard. Pero el objetivo de Paix Liturgique no es tomar
posición en los asuntos internos de las comunidades religiosas amigas.
No, lo que deseamos hoy es comprender la acción desarrollada por el
Centro Saint-Paul, medir su alcance y conocer cómo se inscribe en el
paisaje diocesano parisino, del que ya sabemos hasta qué punto está
cerrado, en general, a la experiencia de la tradición.

Ante todo, "¿Por qué San Pablo?”, preguntamos al padre de Tanoüarn:

"En primer lugar, porque San Pablo es el misionero por excelencia y yo
quería abrir un centro con vocación misionera; no hay que contentarse con
el público etiquetado como tradicional, cada vez menos militante, sino
buscar recursos en otra parte.
Además, porque soy muy sensible a una teología que es la de San Pablo, la
de San Agustín y la de Pascal, teología fundada sobre el pecado original
y sobre la gracia santificante (Rom. 5-8); teología de la salvación que
ya no se predica hoy en día, con el riesgo de ver vaciarse las iglesias.
Por último, porque en San Pablo no hay una espiritualidad particular,
sino la universalidad de los comienzos."

La vocación misionera del Centro Saint-Paul se expresa, en primer
término, por su ubicación, en la calle Saint-Joseph, en el corazón del
Sentier: un barrio al mismo tiempo muy activo durante la semana, o sea,
abierto al mundo del trabajo, y con un buen servicio de subterráneos como
para permitir que los fieles concurran el domingo. Y lo suficientemente
alejado del Quartier Latin como para no aparecer en competencia o como
parásito de la iglesia Saint-Nicolas-du-Chardonnet, donde el padre de
Tanoüarn fue vicario por más de diez años.

Físicamente, el Centro Saint-Paul cuenta con 400 m2, distribuidos en 4
niveles sobre la calle Saint-Joseph, una de las calles características
del barrio del Sentier, donde, desde hace una decena de años, la
decadencia de la actividad de los comerciantes textiles ha dejado
desocupados locales con carácter, a buen precio, pero muchas veces con un
diseño caprichoso. Y el CSP, cuyo alquiler es pagado gracias a la
generosidad de los fieles, se cuenta entre estos últimos.

La capilla, que da a la calle, es una gran sala con pilares macizos, que
no favorecen en nada la visión del altar por parte de los fieles, a lo
que se suma, hacia la izquierda, una escalera moderna que conduce a los
pisos superiores. En el primer nivel se encuentran las salas para cursos
y las oficinas de los sacerdotes. En el segundo, las habitaciones. El
subsuelo, al que también se accede a través de la capilla, abriga una
agradable bodega, pero bodega al fin, destinada en parte a los archivos,
y en parte a los momentos de convivencia organizados en el centro.

El CSP pasó de tres misas dominicales en 2005 a cinc