Fernando, desde mi punto de vista tener un escritorio completo no siempre es muy útil, aunque depende de tus necesidades.
En el trabajo tengo instalado fvwm casi por razones históricas: es ligero, todo el mundo sabe utilizarlo y una vez que te manejas con el archivo de configuración puede ser muy flexible. En casa utilizo blackbox o xfce, por ligereza y rapidez (no tengo necesidad de grandes atilugios que se coman memoria y CPU, pues ya me encargo yo de utilizar tropecientos programas al mismo tiempo) Sin embargo reconozco que echo de menos tener cargadas la librerías de kde cuando inicio konqueror. Esa es la ventaja de un escritorio: las aplicaciones comparten todas ellas una serie de recursos que agilizan su inicio y ejecución, pero a costa de recargar todo el equipo aunque no uses las aplicaciones. Mi solución por el momento es xfce: es ligero y funciona con GTK y todas las aplicaciones que utilizan esta librería comparten el recurso; por otro lado también se puede configurar para cargar las librerías de GNOME, con la misma ventaja y sin necesidad de cargar todo el escritorio. Creo que los escritorios son la bendición y la maldición de linux... el hecho de que una serie de aplicaciones (muchas) compartan recursos (abundantes) beneficia a quien usa el escritorio al completo, pero perjudica a quien sólo necesita una aplicación concreta (te obliga a instalar un montón de programas por razones de compatibilidad) Espero que esto te confunda un poquito más, Carlos.