[L-I] Sobre la deuda externa argentina (in Spanish), part 2

2000-08-27 Thread Nestor Miguel Gorojovsky


1.3.- Los procedimientos bancarios con los cuales nos endeudaron
El juez Ballestero, en su sentencia, menciona numerosas
irregularidades (en realidad, son maniobras casi siempre delictivas)
que cometieron los responsables del Banco Central y del Ministerio de
 Economía para contraer la deuda fuera de toda norma de control y a
espaldas de la gente. En el tema de los avales, también son
responsables las autoridades del Banco de la Nación y del ex Banco
Nacional de Desarrollo-BANADE. En resumen, dichas maniobras fueron
las siguientes:
1.-  Muchos préstamos fueron aprobados por el Banco Central por
actas secretas (fueron once actas en total). Cuando el juez solicitó
que se las enviaran, los responsables del Banco se negaron, y aún se
niegan.
2.- “El Banco Central no tiene registros contables de la deuda
externa, y sólo maneja los datos de ella en forma estadística”, dijo
al juez su entonces presidente, Dr. Adolfo Diz. Con el debido
respeto, sólo llevaban una libreta de almacenero donde anotaban cada
crédito que se pedía...
3.- El Ministerio de Economía no llevaba registro alguno de la
deuda, ni siquiera con fines estadísticos.
4.- Cuando el juez preguntó al mismo Dr. Diz dónde anotaban algunos
préstamos sobre los cuales no había ninguna documentación, ni
siquiera “estadística”, éste contestó, aunque parezca una broma, “en
una libreta negra”.
5.- Los peritos se quejaron que, tanto el Banco Central, como el
Ministerio de Economía, el Banco de la Nación y el ex BANADE, 
retacearon información y pusieron obstáculos a su labor
investigadora. Esos obstáculos permanecen aún en la actualidad.
6.- El presidente del Banco Central, Dr. Adolfo Diz, autorizó muchos
créditos sin el consentimiento del Directorio y sin rendir cuenta a
éste después, a pesar de que  la Carta Orgánica del Banco así lo
exige.
7.- Igual conducta tuvo el vicepresidente, Cristian Zimmermann, con
el agravante de que no informó siquiera al presidente Diz.
8.- Además de todas las maniobras descriptas, el Dr. Domingo
Cavallo, cuando fue presidente del Banco Central (1981), estatizó la
deuda de la empresas privadas y les otorgó un generoso seguro de
cambio. Esa medida aumentó la deuda externa pública artificialmente
en 13.000 millones de dólares.
9.- Ni el Directorio del Banco Central, ni el Ministerio de
Economía, realizaron un estudio sobre las condiciones económica y
financieras internacionales que aconsejaban no endeudar al país
(sobre todo a partir de 1979, que  fue justamente el período  en que
más deuda externa se contrajo).
10.- Las autoridades de ambos organismos oficiales desoyeron los
informes y las críticas que le elevaban sus propios cuerpos técnicos
(Gerencia de Investigaciones y Estadísticas Económicas, y Gerencia
del Sector Externo), y actuaron con “negligencia, impericia e
indiferencia” ante el peligroso crecimiento de la deuda.
11.- El acrecentamiento de la deuda externa privada y pública entre
1976 y 1982 fue “excesivo, perjudicial y carente de justificación
económica, financiera y administrativa”.
12.- La deuda se contrajo durante un gobierno militar, sin el
control del Parlamento que exige la Constitución Nacional.
13.- Las negociaciones con el FMI, que condicionaban el
endeudamiento, no fueron dadas a publicidad por el gobierno militar.
14.- Al 22 de enero de 1985, las empresas privadas habían obtenidos
créditos externos, aprobados por el Banco Central, por 23.000
millones de dólares; de entre las 70 deudoras más grandes, 26 eran
bancos y financieras, es decir, empresas que pidieron dinero para
represtarlo acá (en pesos y a tasas mucho mayores; en buena medida
fueron fondos que ingresaron a la “bicicleta financiera”).
15.- Agentes privados (como Narciso Ocampo y Juan Peralta Ramos)
gestionaron créditos en nombre del Banco Central, sin que puedan
conocerse los motivos que hubo para esa conducta irregular y si se
les pagó comisión por ello.
16.- El Banco Central pagó gastos,  comisiones y honorarios mayores
a los usuales en cada caso, sin dar explicaciones.
17.- Se redactaron en idioma inglés contratos de préstamos externos
pactados y firmados en Buenos Aires.
18.- La Unión de Bancos Suizos, al otorgar algunos créditos, influyó
 para que el Estado comprara la “Compañía Ítalo Argentina de
Electricidad”, que era del propio ministro de Economía, Dr. Martínez
de Hoz, en sociedad con dicho banco. Con el agravante (no figura en
el fallo del juez) de que se pagó por esa empresa un precio siete
veces superior al real (en 1975 fue tasada en 49 millones de dólares
por el gobierno constitucional, y en 1976, siendo ya ministro
Martínez de Hoz, el Estado la compró en 340 millones de dólares).
[Agregado personal de Néstor Gorojovsky: directamente vinculados con
la Unión de Bancos Suizos están, además, los hermanos Juan y Roberto
Alemann, figuras fundamentales en todo este proceso]
19.- El Banco Central exceptuó al BANADE y al Banco de la Ciudad de
Buenos Aires de exigir los requisitos legales para otorgar avales a
grandes 

[L-I] Sobre la deuda externa argentina (in Spanish), part

2000-08-27 Thread Nestor Miguel Gorojovsky

 ¿Qué es la deuda externa?

Juan Gabriel Labaké


Por encargo del FORO de los ARGENTINOS y del FORO ARG. de la DEUDA
  EXTERNA

  Distribución gratuita   -   Reproducción libre


 Setiembre de 2000




I.- INTRODUCCIÓN

Los argentinos debemos hoy a los bancos extranjeros, al FMI, al Banco
 Mundial y a otros organismos internacionales, unos
- 200.000 millones de dólares.
150.000 millones son de deuda pública, que deberá pagar el Estado (o
sea, todos los argentinos) en forma directa.
Los otros 50.000 millones los deben pagar, teóricamente, las empresas
 privadas.  Pero para eso necesitan dólares, que el Estado (el Banco
Central) está obligado por ley a proveérselos a razón de un peso por
cada dólar. En definitiva, todos nosotros deberemos cargar también
con las consecuencias de esos pagos.
La cuenta es sencilla:
- Somos 37 millones de habitantes.
- Cada uno de nosotros  (aún los chicos al nacer) debe 5.405
 dólares a los bancos extranjeros, al FMI y al Banco Mundial.
De ellos,  4.054 dólares los debe por la deuda pública, y 1.351
dólares por la deuda de  las empresas privadas.
- Cada jefe de familia tipo (cuatro personas: esposos y dos
hijos) deberá trabajar, pues, para pagar 21.620 dólares.
¡Una fortuna!

Pero hay algo más: a las tasas de hoy, cada año debemos pagar unos
- 9.500 millones de dólares de intereses por la deuda
pública,
- y otros 3.000 millones por la deuda de las empresas
privadas.
Es decir, un total de 12.500 millones al año: unos 1.042 millones
por mes.
- Eso significa que a cada uno de los 37 millones de
habitantes le corresponde pagar 28 dólares mensuales (o más, si
aumentan las tasas) durante toda la vida por los intereses de esta
deuda monstruosa.
De esa forma,
- el jefe de familia tipo está pagando ya 112 dólares por
mes de intereses de la deuda externa.
Y esto no es un juego de números y de palabras, sino la más cruda
realidad.
- El aumento de impuestos que produjo el gobierno en
diciembre de 1999, y la rebaja de los sueldos estatales de mayo de
este año, fueron medidas tomadas exclusivamente para pagar los 9.500
millones de intereses de la deuda externa.
Obsérvese que el déficit fiscal del Estado nacional es de unos 5.500
 millones anuales hoy en día. Es decir,
- si no tuviéramos que pagar aquellos 9.500 millones de
intereses, nos sobraría dinero (4.000 millones) en las arcas
oficiales y no habríamos necesitado ni el impuestazo de diciembre, ni
 el salariazo al revés de mayo. Al contrario, con ese dinero
podríamos  haber construido escuelas y hospitales, aumentado las
jubilaciones,  ayudado a los desocupados (alcanzaría para pagar un
subsidio por  desempleo de un poco más de 1.800 pesos o dólares al
año a todos los  desocupados, es decir, 2.200.000 planes Trabajar, en
lugar de los  actuales 70.000), etc.
- Para pagar esos 9.500 millones, aún deberemos soportar
otros impuestazos y salariazos al revés, no sólo este año, sino por 
bastantes años más.
- Por otro lado, los economistas nacionales han calculado que el
salario real ha disminuido un 25% en los últimos 10 ó 12 años. O sea
que
· un trabajador que hoy gana $400 mensuales, debería estar
ganando $530 por mes para estar igual que en 1988. 
· Es decir, hoy gana $130 menos, y el peso de los intereses
de la deuda son unos $112. Qué coincidencia!
Pero no es una coincidencia casual.
Los gobernantes, con la deuda y con el resto de la política económica
 de estos años, provocaron voluntariamente la disminución del
salario,  y con ello lograron concentrar la riqueza del país en muy
pocas  manos:
· unos diez grupos económicos locales,
· los bancos acreedores extranjeros
· y las grandes corporaciones multinacionales que se quedaron
con casi todas las empresas públicas y privadas (las grandes y varias
 medianas) argentinas.
Esos grupos, a medida que acaparaban nuestras riquezas, exigían
dólares al banco Central para girar (fugar) la mayor parte de sus
ganancias al exterior. Más adelante veremos que el estudio de
distintos rubros de la economía argentina demuestra que la gran parte
 de la deuda se debió a esa fuga de capitales al exterior.  Otra
parte  se fugó gracias a la llamada “bicicleta financiera”.
Lo dicho sirve para demostrar la relación que hay entre la baja de
los salarios, la concentración de la riqueza y los efectos de la
deuda externa.
- De los $130 que pierde mensualmente  cada trabajador, 
$112 se destinan a pagar los intereses de la deuda (creada
fundamentalmente por la fuga de capitales),
- y los otros $18 representan la parte de riqueza
concentrada y que no fugaron... aún.
Y ése es el aspecto más alevoso de esta historia: la deuda la
estamos pagando todos, pero benefició solamente a un puñado de
grandes empresas nacionales y extranjeras que fugaron